Adolfo Emanuel Andrada (22 años, el tercero de seis hermanos) se bañó el sábado a la noche y se acostó porque ayer debía levantarse temprano porque tenía que trabajar. El joven era metalúrgico y cuando Cristina Espinoza, su madre, le preguntó si iba a salir, Emanuel le contestó que se iba a quedar a descansar. Pero minutos después, un amigo llegó a buscarlo. El muchacho se cambió, se perfumó y se fue con ese joven a un boliche de 9 de Julio, contó Espinoza. Sin saberlo, esa sería la última vez que Cristina vería con vida a su hijo: ayer, cuando Emanuel y otro amigo regresaban en auto de bailar, la tragedia los sorprendió frente al barrio Don Pedro, Santa Lucía. El conductor perdió el control del rodado y los jóvenes terminaron estrellándose violentamente contra un árbol. El chofer sobrevivió, pero el metalúrgico no tuvo ninguna chance.

Fuentes policiales indicaron que todo ocurrió alrededor de las 5.30 en una recta de calle Sarmiento, a la altura del 3.100, en un tramo bien iluminado y situado a la salida de una pequeña curva. Un vecino les dijo a los uniformados de la Seccional 5ta que minutos antes escuchó un auto acelerando a fondo y luego una explosión. Ese dato, sumado a que el conductor habría venido con unas copas de más, hacía pensar a los pesquisas que el choque se produjo por una falla humana, según la Policía.

Lo cierto es que esa explosión en realidad fue el auto Fiat 147 que conducía al Oeste Marcos Antonio Lucero (26) junto a Andrada estrellándose de lleno contra un gran pino ubicado en el costado Norte de la calle, informó la Policía.

Al llegar al lugar, los efectivos se toparon con el Fiat destruido y con Lucero gritando desesperadamente porque sus piernas habían quedado aprisionadas por el tablero y el motor. A su lado, Andrada yacía sin vida.

Más tarde, un grupo de bomberos llegaron para liberar de entre los hierros retorcidos del coche al conductor y al joven fallecido. Minutos después, Lucero fue asistido en el hospital Rawson de una fractura de húmero izquierdo, un corte en el rostro y quedó internado fuera de peligro, informó la Policía.

‘Todavía no caigo, no puedo creer que a mi hijo le haya pasado esto’, dijo Cristina Espinoza, quebrada.