-¿Como entrás en el boxeo?
-Surgió hace 5 años, cuando yo tenía 19. Estaba con mi tío (Daniel Alcaraz, ex boxeador) y le dije que quería empezar a practicar boxeo. Siempre me gustaba mirar peleas por televisión y además era muy machona desde chica.
-¿Qué hacías para considerarte "machona"?
-Yo tengo un solo hermano varón y todos los primos de mi edad son hombres, entonces cuando era chica era la única nena de la familia y no me quedaba otra que juntarme con ellos. Hacía cosas de hombres, jugaba a la pelota o lo que sea pero siempre estaba con varones.
-Antes que te dedicaras al boxeo, ¿habías peleado con alguien?
-Sí (risas). Una sola vez tuve una pelea fuerte con una vecina que no nos llevábamos bien, yo debo haber tenido 13 años más o menos. Hubo golpes pero sin técnica (risas). Lo hice para defenderme, ahora lo volvería hacer en caso que me quieran robar o algo así. Nunca me pelearía con alguien así porque sí. No me lo permiten porque me quitarían la licencia.
-En el caso de que tengas problemas con tu novio alguna vez, ¿serías capaz de pegarle?
-Él practica boxeo también, pero lo hace de una forma recreativa. Igual creo que nunca seríamos capaz de eso. Si es algo muy groso lo mato (risas). No, hablando en serio, nunca llegaríamos a eso.
-¿Pensás vivir del boxeo?
-Soy consciente que esto no me va durar toda la vida. Claro que quiero perfeccionarme y siempre ir por más porque me gusta, aunque no quiero terminar hablando con las paredes. Los golpes en algún momento pasan factura, por eso ahora me divido entre los guantes y el pizarrón: estoy haciendo prácticas en las escuelas porque me quedan cuatro materias para recibirme en el Profesorado de Educación Primaria.
-¿Y cómo les vas a explicar a tus alumnos que también practicás boxeo?
-Hace poco en la Residencia, los chicos de Cuarto Grado me preguntaron: "¿Seño usted es boxeadora?’. Entonces les tuve que contar. Parece que uno de los padres me había visto pelear. A los nenes no les pareció mal, en cambio a las nenas sí. Me preguntaban: "¿Seño cómo va hacer eso? o ¿Le pegan fuerte, le duele?’. Les tuve que explicar, les llevaba los recortes del diario, fotos de peleas, siempre los tuve informados. Después, cuando tuve que pelear en el Cantoni me fueron a ver.
-¿Pensás que el boxeo ahora tiene un toque de glamour al ser protagonizado por chicas?
-No se si glamour, pero es un espectáculo diferente. Ahora ninguna de las chicas sube al ring con los clásicos pantalones. Todas suben con polleras, maquilladas y con toda una escenografía que quizás nadie se hubiera imaginado. En lo personal, yo busco siempre en la vestimenta ser lo más femenina posible.
-Tocaste el tema de la feminidad, ¿para ser boxeadora es necesario ser "machona’, como piensa la mayoría de la gente?
-Son dos cosas diferentes. Yo me considero una persona lo más normal y femenina. Por ahí hay gente que les digo que practico boxeo y me miran mal o me dicen "eso no es para chicas’. Eso no tiene nada que ver. Uno tiene que ser femenina en la vida y cuando estés arriba del ring, ahí te transformas.

