-¿Alberto o Chato?

-(piensa y sonríe) Chato. Ya me acostumbré, se me hizo familiar. Me lo puso el periodista, Américo Vargas.

-¿A qué se dedica actualmente?

-Trabajó en la fábrica del exciclista, Juan Domingo Paladini, haciendo cuadros de bicicletas. Me gusta lo que hago porque estoy en la parte de soldadura.

-¿Por qué sigue corriendo en Master?

-La verdad, porque no me gusta ser gordo (sonríe). Obviamente, también está el gusto por el ciclismo, pero por el problema de tiroides que tengo no me gusta tener panza.

-Ciclista, ¿se nace o se hace?

-Lo traía de familia. Mi papá, Osvaldo, corrió y yo mamé su pasión desde muy chico. Mi primera bicicleta la conseguí al cambiar un caballo que tenía mi papá por una que me dio mi tío. La tuve que achicar porque era muy grandota.

-¿Qué representa ser el máximo ganador de Vueltas de San Juan con tres?

-Es un orgullo. Por lo que fui, aunque sé que en algún momento me van a superar esa marca. Hoy lo veo tanto a Dotti como a Zamora como posibles candidatos.

-¿Un rival?

-Siempre con Daniel (Castro) hubo un poco de pica, pero más que nada por lo que generó el periodismo. Incluso, cuando hoy nos cruzamos en la ruta nos saludamos y hablamos un poco. Yo me quedaba en su casa el día previo a las carreras.

-¿La infancia?

-En Carpintería. En el Barrio Chubut. Yo vivía en una finca y desde ahí nos vinimos a San Martín, que fue cuando largué en el deporte.

-¿Cómo fue la infancia?

-Tengo malos recuerdos, más que nada por un tema económico. No faltó nunca comida, pero al estar en una finca alejado de todo, se complicaba para hacer otras cosas.

-¿De qué manera asimiló el hecho de no estar tan expuesto ante la gente?

-Tranquilo. Por ahí a veces a uno le molesta que se olviden de lo que hizo, pero sé que ninguno podrá hacer lo que yo hice: ganar 25 de 27 carreras como pasó en la temporada de ruta de 1990-91. Gané 14 carreras seguidas, un récord que no creo que alguien pueda igualar.

-¿Cuándo empezó a madurar la idea de dejar de correr en Elite?

-En el 2000, justo el año en que tuve el accidente en La Rioja. Venía bajando en una carrera en Sanagasta, La Rioja, como a 80 km/h. Se me cortó la cadena de la bicicleta y pasé para adelante, me di contra el pavimento con la cabeza. Estuve 20 días en coma: el médico dijo "99% que se muere y 1% de sobrevivir en estado vegetativo o sin hablar’.

-¿Qué tiempo tardó en recuperarse?

-Tres años hasta volver a tener equilibrio. Fue como empezar a caminar de nuevo. Perdí toda la masa muscular de la pierna izquierda y fue como arrancar de cero.

-¿Cuál es su recuerdo de ese momento?

-Que me quedé y el pelotón empezó a pasarme. Lo otro que tengo es la imagen de tratar de levantarme y que me caía solo. Incluso, como la ambulancia se demoró mucho, estuve tirado al costado de la ruta un buen tiempo. Volví a vivir.

-¿Un sueño que le quede?

-Ganar un Argentino, aunque sea en Master. Pude haber ganado uno en mayores en San Luis, pero me faltó el apoyo de mis compañeros. Esa vez estuve cerca, pero no se me dio.

-¿Está lejos cumplir ese sueño?

-No es muy lejano. Preparandome bien, puedo llegar. En el 2014 puede ser.

-¿Y ahí si cuelga los pedales?

-(sonríe) Noooo, voy a seguir, no quiero ser gordito…