Desde hace poco más de una década, debido a las participaciones de San Martín en Primera y también a la Copa Argentina, se hizo frecuente la visita de los equipos grandes del fútbol argentino a San Juan, pero 40 años atrás no era muy común y por eso aquel 11 de agosto de 1979 quedará por siempre grabado en los hinchas de Boca que pudieron ver de cerca al club de sus amores.

Los hinchas y un gran recibimiento a Boca

La llegada a la provincia (para jugar un amistoso ante San Martín) de un xeneize multicampeón y repleto de estrellas, generó una gran expectativa entre los fanáticos y también entre los amantes del fútbol. Y no era para menos.

Boca venía de ser subcampeón de América al caer en la final frente a Olimpia de Paraguay, pero estaba aún estaban latentes los dos títulos consecutivos de Copa Libertadores (‘77 y ’78) como así también la Intercontinental obtenida ante el Borussia Monchengladbach y los campeonatos locales.

El "Toto" Lorenzo durante una entrevista en San Juan

Desde los días previos al partido frente a San Martín en Concepción, hubo una gran movida en medios locales y en pocos días se agotaron las entradas, que iban desde los 8.000 a los 25.000 pesos de aquel entonces. Hasta una moto marca Zanella 0km se sorteaba con la entrada popular.

El Profe Jorge Castelli, uno de los integrantes del cuerpo técnico xeneize

Aquel Boca, dirigido por el inolvidable Juan Carlos “Toto” Lorenzo, arribó a la provincia el 10 de agosto sin algunas de sus principales figuras. “El Loco” Hugo Orlando Gatti, Mario Zanabria, Rubén Perotti y el “El Tano” Vicente Pernía se quedaron en Buenos Aires, pero eso no impidió que el equipo de La Ribera sea recibido por una verdadera multitud en el aeropuerto Las Chacritas para luego dar continuidad a una larga caravana hasta el centro capitalino.

Francisco Sá y "El Chino" Benítez, distendidos tras el arribo

A la provincia llegaron jugadores de la talla de “El Chino” Jorge Benítez, Rubén Suñé, Roberto Mouzo, Ernesto Mastrángelo, entre otros, que devolvieron el calor popular con autógrafos para los fanáticos en la larga previa del encuentro ante San Martín. Además, sin ningún tipo de inconveniente, los jugadores y el cuerpo técnico expresaron sus sensaciones ante el requerimiento de los periodistas de los distintos medios de aquella época, incluido DIARIO DE CUYO.

En cuanto a lo estrictamente futbolístico, San Martín formó con Oscar Rodríguez; Orlando Farías, Jorge Bustos, Pascual Consani y Raúl Allende; Carlos Morandini, Mario Soto y Héctor Allende; Mario Ávila, Mario Agüero y Víctor Villegas, mientras que el Xeneize salió al campo de juego del Hilario Sánchez con Osvaldo Santos; Vicente Squeo, Francisco Sá, Roberto Mouzo y José Suárez; Jorge Benítez, Rubén Suñé y Horacio Salinas; Ernesto Mastrángelo, Carlos Álvarez y Juan Rocha.

El encuentro en Concepción fue parejo pero Boca hizo su pesar sus individualidades

Las crónicas de la época reflejaron que las tribunas del reducto de Concepción estuvo repleto y que aquella tarde del 11 de agosto de 1979 hubo una verdadera fiesta. Sin embargo, Boca decepcionó un poco a sus hinchas porque no mostró el nivel de encuentros anteriores aunque terminó ganando 1-0 con un golazo de “El Chino” Benítez a los 38 minutos del complemento.

“A los 39 minutos Benítez, que había ganado varias pelotas pero que también perdió otras tantas, subió por el medio y sacó un remate desde 30 metros que se metió en el ángulo izquierdo del arquero Rodríguez”, relató una crónica de este diario el día después a aquel histórico partido.

Fotos: Archivo DIARIO DE CUYO

Los jugadores de Boca no festejaron el gol ni el triunfo ante un Verdinegro que también tuvo sus chances, pero en las tribunas se vivió a pleno la victoria de uno de los equipos más grandes del país. No era común ver a un equipo de tanta jerarquía en el interior, más en San Juan, que no tenía a ningún representante en la elite del fútbol argentino.

Por eso, a pesar de que no hubo show futbolístico por parte del equipo de Lorenzo, los sanjuaninos que fueron a la cancha se quedaron satisfechos y cumplieron su objetivo, porque no sabían cuándo volverían a ver en su provincia al club de sus amores.