El desafío era complicado. Enfrente estaba España, con Rafael Nadal, el número 1 del mundo, y en Madrid. Y pese a que Argentina soñó con ilusión y luchó con tenis, la serie por los cuartos de final de la Copa Davis fue para los anfitriones por 2-1 en su nuevo formato.

Todo se definió en el último punto, el dobles que Rafa y Marcel Granollers le ganaron a Leonardo Mayer y Máximo González por 6-4, 4-6 y 6-3 en dos horas y 25 minutos.

El anfitrión del torneo estaba contra las cuerdas después de la caída de Pablo Carreño Busta contra Guido Pella, pero ahí apareció su gran referente para ponerse el traje de superhéroe. Después de aplastar al Peque Schwartzman, se unió a Granollers y, pese a no ser un especialista del dobles, estuvo fino y mostró todo su talento.

Con el oficio de su compañero y sacando diferencias en pequeños detalles, lograron el quiebre decisivo (se habían roto el saque una vez cada uno) y se llevaron el parcial por 6-4. Argentina quedó a un set de la eliminación.


 

Sin embargo, el Yacaré y Machi no perdieron la compostura. Lograron un quiebre rápido en el comienzo del set (en el tercer game), confirmaron para adelantarse 3-1 y lo sostuvieron en el momento más complejo, cuando en el 4-2 sufrieron dos break points y los salvaron.

Allí estuvo la gran diferencia: Argentina aprovechó su única oportunidad en el parcial y España no pudo con las tres que tuvo. Los albicelestes estuvieron finos hasta para pedir el Ojo de Halcón: por este medio, se llevaron el punto que puso el 5-3.

A lo largo de todo el set, el equipo de Gastón Gaudio trabajó muy bien el saque y éste fue un aliado valioso en el juego decisivo: dos grandes servicios de Mayer le dieron tres sets points a la "Selección" de tenis -como la llama el capitán-, aunque hubo algo de sufrimiento: recién lo liquidaron en el último para ganarlo 6-4.

Y todo se hizo demasiado cuesta arriba para Argentina en el momento más caliente: un doble break point en el primer juego de saque que, si bien fue defendido, luego derivó en una ventaja para España que se convirtió en el 2-0.

La dupla Nadal-Granollers ajustó las tuercas cuando más lo necesitaba, porque ni siquiera ofrecieron oportunidades de quiebre para Mayer y González y, con el saque de Nadal, lo terminaron definiendo con solvencia para meterse en las semifinales de mañana, donde se enfrentarán a Gran Bretaña. El otro finalista se decidirá entre Rusia y Canadá.