Alfio Basile tomó la decisión de dejar de ser el entrenador de Boca Juniors, pero todavía no le comunicaba a la dirigencia su determinación al cierre de esta edición, según confirmaron fuentes de la entidad de la ribera. El silencio del círculo íntimo de Basile no impidió que trascendiera la noticia, que no fue confirmada por el entrenador aunque esta vez allegados al "Coco" aseguran que no habrá marcha atrás.
Si Basile no se presenta en el entrenamiento de hoy, a las 9.30 en Casa Amarilla, la práctica será dirigida por Abel Alves, informaron a Télam fuentes xeneizes. Pero lo del actual técnico de la reserva de Boca sería algo interino, porque la dirigencia xeneize, con el presidente Jorge Amor Ameal a la cabeza, insistirá con que Carlos Bianchi se haga cargo del equipo y habrá que ver que postura toma esta vez el manager. Incluso un grupo de dirigentes le pedirán a Ameal que le exija a Bianchi a hacerse cargo del equipo y que sino acepta que deje la función que cumple hoy por hoy en Boca.
Sin embargo, una vez más Bianchi está dispuesto a decir no. El manager volvió a proponer a Alfaro, a quien había sugerido a fines de 2007 (antes de asumir como manager), oportunidad en que el entonces presidente, Pedro Pompilio, se decidió por contratar a Carlos Ischia.
Sin embargo, se sabe que Alfaro no es bien visto en algunos de los principales jugadores, circunstancia por la cual la elección podrá recaer finalmente en Alves. Lo que se deja trascender, pero nadie confirma, es que el sucesor de Basile tendrá que tomar la decisión de excluir algunos de los "históricos" a los que se considera con el ciclo cumplido, una misión de la cual Bianchi no quiere hacerse cargo de ninguna manera.
Por lo pronto, el presidente Ameal y el manager Bianchi, cuando se enteraron de la noticia, se encontraron en las oficinas de La Bombonera, esperando la comunicación de Basile, quien aún no oficializaba su dimisión al cierre de esta edición.
Las razones
La no llegada de refuerzos, el desgaste en la relación con un plantel que tiene a Juan Román Riquelme y sus amigos por un lado y a Martín Palermo y el resto de los jugadores por el otro, más los malos resultados, no sólo del verano, llevaron a Basile a tomar esta decisión.
La mayor parte de la dirigencia de Boca, que públicamente asegura que quiere que Basile siga siendo el entrenador del equipo, fuera de micrófono remarca todo lo contrario y espera que el técnico tome la decisión de irse del club.
Diez goles en contra en tres partidos -3 San Lorenzo, 4 Estudiantes y 3 River-. Una dura derrota en el superclásico. Un plantel que no tira para el mismo lado son cuestiones que Basile, según comentaron desde su círculo íntimo, no puede solucionar.
Ayer trascendió en Mar del Plata que Basile después de la derrota ante River, en el vestuario de la cancha, estuvo más de media hora sentado con sus manos agarrándose la cabeza, sin decir una palabra. ""Esto no tiene solución’", dicen que Basile comentó en el vestuario del estadio mundialista marplatense, en una de las pocas frases que deslizó y que pudieron ser escuchadas.