Una colorida jornada vivida desde muy temprano en La Bombonera tuvo su culminación con la tradicional vuelta olímpica, con la copa ganada en alza bailando entre banderas azul y oro entre el estruendo y el humo de fuegos artificiales. Hubo fiesta antes y después, porque desde que partió el micro del Hotel Madero hubo ruido de hinchas alentando al plantel, que tuvo su fiesta olímpica familiar en la previa del choque con Unión, porque los futbolistas fueron con sus seres queridos.

Pero también hubo incidentes, antes y después, cuando La Bombonera no dio más y muchos quedaron afuera, entonces hubo desbordes, piedras y detenidos. Antes del partido, un drone bajó la estrella 66 que el capitán Fernando Gago insertó en un enorme escudo. Tras el triunfo (2-1) con otros dos goles de Benedetto, hubo otra fiesta de luces y sonido. Los teléfonos celulares encendidos en las tribunas completaron un escenario que significó un marco de adecuado lucimiento para la nueva coronación.

El ingreso de la estrella ‘66’ se dio con la música de la película Star Wars de fondo. 

Mientras, un reloj sobre un costado del estadio marcaba los 112 años, días y horas que Boca está en primera, una de las chicanas a River. Se apagaron la mayoría de las luces, aparecieron 66 estrellas que dieron su propia vuelta olímpica y luego el reflector apuntó hacia la boca del túnel del que salieron los campeones.

Se repitieron los coros clásicos en cada presentación de Boca, con el director técnico Guillermo Barros Schelotto, el goleador Darío Benedetto y uno de los más nuevos en el plantel, Wilmar Barrios, como los más agasajados.

‘Que el Pipa es de Boca y de Boca no se va‘, gritaban los hinchas al goleador que sigue enigmático sobre su futuro. La contracara fueron los silbidos para Gino Peruzzi, cuando ingresó al campo de juego.

 

Tampoco faltaron, como no podía ser de otro modo, las dedicatorias a River, con el que sostiene la más tradicional rivalidad desde fondo de la historia y algún fantasmita. Posteriormente el plantel repitió la vuelta olímpica que ya se había realizado antes de la iniciación del encuentro, a paso lento, ante el alborozo de los hinchas que permanecieron en sus lugares y mientras comenzaba el lanzamiento de fuegos artificiales para acompañar el recorrido. A la finalización de la fiesta que se prolongó en las calles aledañas al estadio, los jugadores se retiraron hacia el hotel en Puerto Madero al cual llegaron en un colectivo descapotable y tras una gran caravana.
 

Contracara

River, a través de su cuenta oficial de Twitter, felicitó ayer a Boca por el título del torneo de Primera que conquistó en la fecha pasada pero que ayer festejó ante su gente en La Bombonera. “El Club Atlético River Plate felicita a @BocaJrsOficial por haber obtenido el Campeonato de Primera División 2016-2017”, fue el mensaje publicado por la institución ‘millonaria‘ en la red social. La contracara a este gesto de la dirigencia riverplatense fue la actitud del periodista Ari Paluch (foto), quien durante los festejos en La Bombonera, en la previa del partido ante Unión de Santa Fe, arengó a la hinchada a cantar “el que no salta, se falopeó”, en obvia alusión a los inconvenientes que atraviesa el club de Núñez por estas horas a raíz de los casos de doping de dos de sus futbolistas en la Copa Libertadores. La actitud del periodista, que ofició de conductor del evento, también fue tendencia en Twitter y generó que su nombre ocupe los primeros tres puestos de los temas más nombrados de Argentina.

Fanático. El tenista, Juan Martín Del Potro, quien no participará de la temporada de césped decidió estar presente ayer en la Bombonera. Es reconocido el fanatismo de la Torre de Tandil por los colores xeneizes y una vez más dijo presente.
El flamante campeón de Primera