La gravísima crisis deportiva del Barcelona puede llevarse puesto ni más ni menos que al capitán Lionel Messi. Según el medio catalán RAC1, el argentino transmitió su malestar en la reunión con el nuevo entrenador Ronald Koeman y no aseguró su continuidad tras 20 años en la institución. Es decir, se ve "más afuera que adentro", según replican varios medios españoles y mundiales. A su vez, el diario catalán Sport, de buena sintonía con el rosarino, publicó que Messi tiene dudas de continuar, aunque finalmente lo haría al menos hasta el cierre del 2020.

En su primer día como entrenador de Barcelona, Koeman tuvo su mano a mano esperado con Messi, quien cortó sus vacaciones junto a su familia en los Pirineos para viajar en auto hasta el club y reunirse en una oficina con el holandés. En la charla, según diversas fuentes, el técnico le indicó a Messi que "será la piedra basal de su proyecto futbolístico". A ello, le agregó que se vendrá una importante renovación, con la consiguiente salida de varios de los compañeros del zurdo. Lionel le habría manifestado sus dudas sobre cómo el club en general se manejará en los próximos tiempos, sobre todo al momento de formar el plantel que espera sea competitivo. Las elecciones en marzo próximo son todo un condicionante en este presente complejo. A su vez, el capitán de la selección argentina también le habría remarcado a Koeman que una salida ahora es casi imposible ya que tiene contrato vigente. Esta situación se modificará claramente en enero, cuando por reglamento pueda empezar a negociar con otros clubes o directamente irse. Por ahora, la renovación de su vínculo no aparece en un horizonte cercano, más teniendo en cuenta la fría relación actual del futbolista con el presidente de la institución, Josep Maria Bartomeu.

La última época del rosarino en el Blaugrana estuvo lejos del brillo y el éxito de años anteriores. El 8-2 sufrido a manos de Bayern Munich fue la gota que colmó el vaso de una temporada llena de penurias, sin títulos ni locales ni internacionales, algo que solo le había ocurrido a Messi en el 2008. La Pulga arribo a La Masía en septiembre de 2000, se formó hasta llegar a Primera en 2004 y desde allí acumuló 634 goles en 731 partidos para ganar 34 campeonatos (24 locales y 10 internacionales). Es, ni más ni menos, que la máxima leyenda del club y para muchos el mejor futbolista de la historia.

De otra galaxia

La jerarquía de Messi hace que su cláusula de rescisión parezca imposible: 700 millones de euros. Esa es la cifra que un club debería pagarle al Barcelona ahora para sacar a Lionel del club donde es su máximo emblema. Claro que todo puede cambiar, si el propio futbolista pide una salida. Ahí, habrá que ver qué papel juega la dirigencia.

Sus destinos posibles


Si Messi se va del Barcelona ahora, en enero o en julio del 2021, al menos hasta el momento el panorama que se abre es amplio. Pero dentro de ese contexto, hay tres opciones que picarían en punta. La primera y más lógica es el Manchester City de Inglaterra, donde Lionel tendría nuevamente como entrenador a Pep Guardiola, con el plus de compartir la ofensiva con su amigo, Sergio Agüero. Los Celestes no podrán pagar la cláusula de rescisión pero sí hacerle un contrato a su altura, sabiendo que con él es posible el hasta ahora sueño llamado Champions League.

El otro club que espera agazapado es el Inter de Italia. Siempre lo quiso tener y ahora a punto de dar un gran salto buscando la Europa League, podría tener un golpe de efecto para luchar por las cosas grandes en el Viejo Continente. Otro plus es que podría jugar en ataque con Lautaro Martínez, muy elogiado por el rosarino en los últimos tiempos y que sueña con jugar con el 10.

La tercera chance es volar a la Major League Soccer de Estados Unidos. El mediático David Beckham se ilusiona con sumarlo a su Inter Miami, aunque por la exigencia deportiva en el año previo a su último Mundial, suena poco concreto. ¿Jugar en Newell"s? Casi un imposible.