Con las copas. Osvaldo Raed, Ariel Romero, David Páez, Giuliano Giuliani y Lautaro Luna con las copas en la vuelta olímpica. Alegría plena en los Azules de la Villa Mallea tras el título.

Por Walter Cavalli y Gerardo Alaniz
Fotos: Daniel Arias

Le pasó la escoba. Dominó de principio a fin. Fue el partido que mostró la mayor diferencia entre uno y otro. Este Concepción de pura historia goleó 6-1 a Murialdo de Mendoza en el cuarto partido y se adueño de la serie final de la Liga Nacional A-1 de hockey sobre patines para gritar campeón a lo grande. Fue en el templo mayor de San Juan. En el mítico "Cantoni", donde ya escribió otra páginas gloriosas. Y lo hizo ante mucha gente. Muchos hinchas de los dos. A puro tambor y color de final. Una velada inolvidable en la que el Azul fue tejiendo su victoria en base a juego preciosista y efectivo.

El Azul, con David Páez como la manija de siempre, se adueño de la bocha desde el primer instante. Y no se fue de boca. Movió y movió el juego para encontrar en algún momento la oportunidad de herir a su rival. Y lo logró a los 5" cuando Damián Páez abrió el tablero. Murialdo sintió el impacto y no reaccionó. No lo hizo porque Concepción siguió siendo dueño de todo. Después, sobre los 9", llegaron otros dos goles azules. Ambos de contragolpe. Primero el "Taco" Raed la mandó, de rastrón, al fondo. Y tras cartón David Páez hizo una maravilla y la clavó de aire.

Golazo. David Páez ya sacó el bombazo de aire, ante la marca de Francisco Nardi, que se convertirá en el tercer gol Azul. Triunfazo en el "Cantoni" para gritar campeón por quinta vez en la Liga Nacional.

La visita encontró un penal y Vargas marcó de rebote, pero antes que termina la etapa Damián Páez metió el 4-1 y la historia estaba casi definida.

Más aún cuando en el complemento llegaron dos pepas del efectivo Raed. El partido terminó mucho antes que lo marcara el reloj. Concepción lo ganó con autoridad y demostró que es un campeón indiscutido.

El Azul ganó su 5´ título de Liga Nacional y quedó a uno de los más ganadores: Olimpia y UVT

Rey y ejemplo

Este David Páez, de 42 años, decididamente parece un pibe. Corre, mete, juega. Vuela, si se quiere. Y encima sabe tanto de hockey sobre patines que, hoy por hoy, es único. Anoche, como en todos los partidos de la serie final, brilló. Desparramó su categoría y guió a su equipo a una nueva consagración. Claro, no hay que quitarle los méritos al "Taco" Raed (se despachó con tres goles en el cuarto partido), el arquero Mauro Puzzella (que fue una muralla en su puesto) y la entrega, dedicación y efectividad de los otros tres: Martín Maturano, Ariel Romero y Damián Páez. Plantel corto, si se quiere, pero completamente efectivo.

El "Rey David" dejó en claro en esta final que todavía tiene pólvora. Ingenio. Capacidad. Y muchos adjetivos más. Él dice que en la Intercontinental se va a probar para saber si está en condiciones de ir al Mundial en España. ¡Sí maestro! ¡Sí estás para jugar el Mundial! Si el hockey te dio mucho, se lo estás devolviendo con creces...