Cada vez más. Así como Argentina avanza en el camino al gran objetivo, su gente va subiendo en intensidad su respaldo. Las previas clásicas e impostergables se convirtieron luego en el desahogo, el delirio y el festejo en cada rincón de Argentina. Y San Juan no estuvo al margen porque ese rito futbolero de llegar a la Plaza 25 de Mayo se volvió a repetir. Antes fue tímidamente tras México y Polonia, pero ahora, en este otro Mundial que comenzó en los Octavos de Final, la asistencia ya fue masiva, con pronóstico de crecer más aún el próximo viernes en los Cuartos de Final.

Rosarinos. La cuna de Messi festejó a morir en el Monumento a la Bandera
en un sábado intenso.

 

El resto del país fue celeste y blanco. Desde Jujuy a Tierra del Fuego, Argentina empezó a abrazarse a una ilusión que se agiganta. La Selección contagia, la gente necesita festejar, disfrutar. Y Qatar es el escenario ideal para mostrarle al mundo que acá, el fútbol es mucho más que un deporte. Es una forma de vivir. Bien argento, bien nuestro. El país se unió en un festejo de punta a punta gracias a esta Selección que va de menor a mayor, de la mano de un enorme Lionel Messi, el gran capitán.