Al igual que sobre la Avenida 18 de Julio de Montevideo, miles de uruguayos se acercaron ayer al Obelisco porteño para festejar la obtención de la decimoquinta Copa América, que consiguió luego de golear por 3-0 a Paraguay en el estadio Monumental. Consumado el triunfo charrúa, miles de hinchas, la gran mayoría de ellos residentes en Buenos Aires, fueron acercándose al ícono de los festejos argentinos para celebrar una nueva conquista. El "vamos Uruguay nomás.." se escuchó una y otra vez en la Plaza de la República, al tiempo que una imitación gigante de la Copa América ganó la escena de los festejos. El centro porteño se tiñó de celeste y las banderas de Peñarol y Nacional flamearon por igual, en una fiesta que al menos por un rato convirtió a Buenos Aires en otra capital de la alegría uruguaya.
EN MONTEVIDEO
Miles de uruguayos se lanzaron a las calles de Montevideo y otras ciudades de su país para celebrar la obtención de la Copa América. Durante el partido las calles de la capital uruguaya -donde reside algo más de la mitad de los 3,5 millones de habitantes del país- quedaron desiertas y prácticamente no circularon vehículos.
Muchos aficionados se congregaron en algunos puntos de la ciudad donde se transmitió el encuentro en pantallas gigantes. Los festejos se iniciaron poco antes del final, cuando el delantero Diego Forlán anotó el tercer gol de Uruguay y el segundo de su cuenta personal.
Apenas después del pitazo final, las bocinas de los automóviles y las bombas de estruendo rompieron el silencio del domingo y los aficionados se volcaron a las calles para festejar.
En los barrios, pero sobre todo en la céntrica Avenida 18 de Julio, se registró la mayor concentración de aficionados, que con las caras pintadas y banderas a franjas celestes y blancas de Uruguay corearon: "Soy celeste, soy celeste, celeste soy yo". Los festejos fueron similares a los que se produjeron después de que Uruguay conquistó el cuarto puesto en la Copa del Mundo de Sudáfrica en 2010.
EN BUENOS AIRES
Una vez terminado el encuentro en el estadio Monumental, los hinchas "orientales", en un número superior al millar, se congregaron en torno de la poco conocida Plaza de la República, situada en la intersección de las avenidas 9 de Julio y Corrientes.
Con banderas y camisetas "celestes", otros con indumentaria de Peñarol, unos menos con la de Nacional, los simpatizantes del equipo de Oscar Tabárez dieron rienda suelta a los festejos, por espacio de más de media hora, acordándose de la frustración argentina, inclusive. Y así, los hinchas "celestes" gritaron, cantaron y celebraron esta conquista, que los devuelve al primer plano continental, después de 16 años.
Fuentes: Télam y DyN.