Rosario Central, que acumulaba cinco fechas sin triunfos, venció anoche a Independiente por 2-0, de local, y le impidió alcanzar a Estudiantes de La Plata en la punta del Apertura.

Los goles del conjunto dirigido por Ariel Cuffaro Russo los señalaron el arquero Jorge Broun, de penal a los 31 minutos del primer tiempo, y el delantero Emilio Zelaya, a los 4m. del segundo período.

Por segunda fecha consecutiva, el equipo de Américo Gallego (17 unidades) fracasó en el intento de trepar a la cima, donde se ubica transitoriamente el actual campeón de América con 20 unidades.

Como agravante, el delantero Darío Gandín -goleador del equipo con seis tantos- fue expulsado por el árbitro Diego Abal a los 31 minutos de la etapa final.

En cambio, Central, después de dos empates y tres derrotas, consiguió una victoria que le permitió superar por dos puntos a Racing en la tabla de los promedios, pero que aún lo mantiene en zona de promoción.

Dos groseros errores defensivos derrumbaron en Independiente la pretensión de liderazgo expresada por Gallego.

En primer término, el lateral Lucas Mareque regaló un penal que se tradujo en el primer tanto de la carrera del arquero Broun, al parar infantilmente con la mano un centro de Jonatan Gómez enviado desde el sector derecho.

Y en el segundo período, una falla de salida en la última línea terminó con una certera definición de Zelaya, cara a cara con Adrián Gabbarini, después de una gran habilitación "tres dedos" de Jesús Méndez.

Antes de las gentilezas, Independiente jugó mejor que su rival, dominó la pelota, ocupó mejor el terreno, desequilibró por el costado derecho de la defensa rosarina pero no convirtió.

Zelaya, en dos oportunidades, y Méndez, con una gran maniobra individual, coquetearon con el tercer gol pero finalmente la diferencia se cristalizó en dos tantos y la victoria fue efusivamente celebrada por una hinchada que sueña con la permanencia en primera.