Ese rebelde acné juvenil lo tiene a mal traer a Julián Álvarez, quien a sus 21 años vive un momento soñado. Arrancó el Mundial de suplente, sabiendo que Lautaro Martínez era el ‘9’ de la gestión Scaloni. Pero en base a esfuerzo y a buenos ingresos en los primeros dos encuentros, se ganó la titularidad ya desde el choque ante Polonia. Un tanto en ese encuentro clave buscando el boleto a Octavos de final, otro en esa instancia ante Australia y el duplicado de ayer ante Croacia hacen de su labor algo clave en esta final que alcanzó la albiceleste.

Su habitual despliegue físico, que lo hace correr casi todos los minutos que está en el campo de juego, tuvo ante los croatas la dosis necesaria de oportunismo que busca todo atacante. Primero con esa corrida tremenda de arco a arco, y consiguiendo anotar luego de llevarse por delante al arquero rival. Ya en el complemento, estuvo atento para seguir la enorme jugada de Lionel Messi y poner con su toque de derecha el definitivo 3-0. Hasta el capitán argentino sostuvo que "jugamos todos un buen partido, pero Julián estuvo un escalón más arriba". Igual, la transmisión oficial le dio a la Pulga el premio de mejor jugador.

"Contento en lo personal y por el grupo, nos merecíamos esto. Hicimos un gran partido y estamos en la final que es lo que queríamos. Ahora a descansar y esperar para hacer un gran partido el domingo", sostuvo el atacante del Manchester City, quien recibió los aplausos desde un palco de Ronaldinho tras su primer gol.