Chau sequía. Arabia Saudita consiguió ganar en un Mundial después de 14 años.

Egipto y Arabia Saudita ya estaban eliminados del Mundial de Rusia y ayer jugaron por el honor en un choque que completó la tercera jornada del Grupo A. Y ese honor fue todo para los saudí que agónicamente y con el último suspiro se adueñaron del encuentro ante Egipto que había comenzado ganando con gol del talentoso Salah.


El choque fue atractivo porque ambos lo jugaron con lo mejor que tenían. Salah abrió el marcador con un golazo: le picó la pelota al arquero saudí entrando al área grande. El Hadary, arquero de Egipto que se convirtió en el futbolista más veterano en disputar un Mundial a los 45 años, fue figura atajandole un penal a Al Muwallad y tras eso poco valió su festejo venerando a Alá porque minutos después, hubo otro penal para Arabia Saudita y esta vez Salam no falló y puso el 1-1. El complemento estuvo de más hasta que en el final Salem agónicamente anotó para los de Pizzi y consiguió que Arabia se despida del Mundial con un triunfo rompiendo esa larga racha de no poder ganar en un Mundial desde 1994.