La figura. Darío Benedetto apareció en el momento en que Boca más lo necesitaba. Tras la serie de lesiones que lo afectaron desde el año pasado, volvió al gol con dos tantos nada menos que en semifinales de la Copa Libertadores.

La Copa Libertadores es una obsesión en Boca, de ahí el espectacular recibimiento, el aliento constante en una Bombonera colmada y el festejo del final. El empuje desde las tribunas, las ganas del equipo y la vuelta al gol de Darío Benedetto en el momento justo fueron el combo del Xeneize para derrotar a Palmeiras por 2-0, en el partido de ida de semifinales del torneo continental. Ahora, todo quedó a pedir de Boca de cara a la revancha que se disputará la semana que viene en Brasil.



En general, Boca fue el que propuso y, especialmente en el segundo tiempo, tuvo las mayores ocasiones de gol y buena parte del desarrollo fue en campo visitante. El Verdao se plantó firme, aguantó la presión del local y trató de golpear de contra golpe, pero no esperaba que Benedetto le tirara abajo todo el esquema.



A medida que avanzó el primer tiempo, Boca fue aplomándose y quedándose con la iniciativa con el correr de los minutos, ante un equipo cerrado como Palmeiras. El conjunto de Guillermo Barros Schelotto exhibió la voluntad de jugar en campo contrario, de abrir la cancha con los laterales, de no caer en el embudo; aunque en la salida muchas veces centralizó con el balón aéreo para Ábila en busca de la segunda jugada. La acción de riesgo más clara llegó a los 15 minutos, tras un cabezazo de Izquierdoz.



Palmeiras, agazapado, mostró la carta principal en ofensiva: Dudú, de interesante movilidad. Y cuando pasó el momento de mayor presión de Boca, el Verdao comenzó a acunar la pelota, con toques cortos o triangulaciones, apuntando a bajarle el ritmo al partido.



Sobre los 26, un remate de Olaza fue detenido por el arquero del conjunto brasileño, mientras que también arriesgó Pablo Pérez. Palmeiras batalló en cada rincón de la cancha, sin parecer estar intimidado por el imponente marco que ofreció La Bombonera.



En el complemento, Boca se mostró más agresivo en los primeros minutos y a los 4, un ataque de Magallán fue contenido por Weverton, que inició un contra ataque que derivó en un remate de William, que terminó desviado.



Con el ingreso de Villa por Zárate, Boca oxigenó el ataque y cada vez presionó más a su rival, pero siempre encontrándose con la férrea defensa del conjunto dirigido por Scolari. Agazapado, Palmeiras buscó sus chances y tuvo una clara a los 23, con un bombazo de Dudú que se fue afuera.



A los 35, un tremendo remate de Olaza exigió al máximo a Weverton, que voló para salvar a su equipo. La pelota se fue al corner y de esa jugada parada llegó la apertura del marcador. El recién ingresado Benedetto ganó en el área y con un soberbio cabezazo venció al buen arquero visitante. Pero quedaba más, porque minutos después, Benedetto la recibió frente al área, la pisó y sacó un disparo inatajable, que le dio a Boca una ventaja que puede resultar clave en sus aspiraciones de clasificar a la final.

El partido revancha será el 31 de octubre en cancha del Verdao.

Las claves

Posesión

Boca manejó el balón durante buena parte del partido, especialmente en la primera parte del complemento. En total, el local tuvo 55% de posesión, contra el 45% del Palmeiras.

De contra

Palmeira cumplió muy bien el rol copero que le tocó asumir, la de aguantar y tratar de concretar de contra ataque; pero le faltó profundidad. Boca pudo abrir el juego en el momento justo.

Genialidad

Benedetto aprovechó perfectamente las pocas chances que le dio el rival. Primero fue al ganar en el área y luego al sacar un remate en el instante preciso, también en un descuido del visitante.