Parece que, lejos de terminar la truculenta escalada de violencia, el fútbol argentino suma otro episodio a su larga lista. Durante un entrenamiento de Atlanta un grupo de miembros de la barra del club irrumpió estrepitosamente al predio para exigirle a los jugadores que "junten $100.000 o volvemos armados".

No del todo satisfechos con la amenaza verbal, se encargaron también de romperle de un golpe el tabique nasal a Ezequiel Rodríguez, volante del club. A raíz de esto, el tucumano pidió la libertad de acción a Atlanta para no continuar como jugador en el club.

La intimidante ira de los barrabravas se escuda bajo el argumento de la pobre campaña del equipo, el cual sumó tan solo un punto en los últimos cuatro partidos disputados. "Nos llamaron a cuatro, al resto lo mandaron al vestuario, y ahí nos insultaron, pidieron plata y nos dijeron que habíamos echado al técnico", contó a Fox Sports el jugador Leonardo Ramos.

Por su parte, el club emitió un comunicado a través de las redes sociales, repudiando el violento episodio: "La Comisión directiva del club Atlético Atlanta repudia enérgicamente los hechos acontecidos en el día de la fecha, que son de público conocimiento y se encuentra abocada a realizar las acciones correspondientes y acompañará al plantel para brindar las medidas de seguridad y para que se aclare el suceso".