Alfredo Graciani, delantero que jugara en Boca Juniors desde 1985 hasta 1994, con 99 goles convertidos con la camiseta azul y oro, falleció ayer al mediodía por un paro cardiorrespiratorio en su domicilio, en la ciudad de Buenos Aires

Graciani, apodado "El Murciélago" por la hinchada "xeneize", tenía 56 años y había dejado gratos recuerdos en Boca, en donde fue goleador en épocas de pocos logros boquenses. Un jugador muy querido por compañeros e hinchas.

Fue un delantero sagaz con sus diagonales en ataque y su voracidad para el gol. La hinchada boquense lo recuerda como figura de la mitad de los ochenta y principios de los "90, con aquella canción de "aplaudan, aplaudan, no dejen de aplaudir, los goles de Graciani que ya van a a venir".

Graciani ocupa el puesto 14 de los máximos artilleros boquenses, con 83 goles en 250 partidos, y 99 conquistas si se toma en cuenta los amistosos, con los que llega a los 308 encuentros.

Comenzó su carrera profesional en Atlanta en 1981 y luego pasó a Boca en 1985, en donde jugó hasta mediados de 1994, para luego seguir su carrera en Racing.

En el club de la ribera compartió delanteras famosas de la época con Jorge Rinaldi y Jorge Comas, también con Gabriel Batistuta y Diego Latorre, con quienes obtuvo el torneo Clausura de 1991 y luego ese equipo perdió la final por el título de campeón de la temporada, sin Latorre y Batistuta por su convocatoria a la selección, ante el Newell"s Old Boys dirigido por un joven Marcelo Bielsa.

Aparte de Atlanta, Boca y Racing, jugó en Deportivo español, Atlético Tucumán, Argentinos Juniors, FC Lugano y Caracas FC, donde se retiró del fútbol en 1998, a los 33 años.