Roger Federer aplastó sin sobresaltos al alemán Mischa Zverev, verdugo de Andy Murray en octavos, y se clasificó, a sus 35 años, a una nueva semifinal del Abierto de Australia, la 13° en su carrera. Toda una leyenda.

El suizo se impuso 6-1; 7-5 y 6-2 a su rival en menos de dos horas de juego y en semifinales enfrentará a Stan Wawrinka, con lo que Suiza se asegura un finalista en el primer Grand Slam de la temporada que se disputa en Melbourne Park.

Federer, con 17 títulos de Grand Slam, cree más que nunca en su Major N° 18, ahora que sus dos grandes rivales, Murray y Novak Djokovic, están fuera.

Y el N°1 avanza a paso firme rumbo a una definición que acaso no se propuso pero que busca con su juego firme y lleno de talento, por más batallas que tenga encima. Para el mundo entero, el sueño es uno solo: una final entre Federer y Nadal para volver a vivir aquellos partidos épicos entre los dos tenistas más importantes que parió la historia más reciente del tenis.

Roger enfrentará a Wawrinka en la próxima instancia luego de que el 4 del mundo batiera al francés Jo Wilfred Tsonga por 7-6, 6-4 y 6-3.

Luego de acceder por octava vez a esta instancia del Abierto de Australia, el suizo dialogó con Jim Courier en pleno court del Rod Laver Arena y sobre su triunfo ante el francés aseguró que "no fue fácil jugar porque estuvo muy ventoso" pero explicó que "cuando me moví más y fui más agresivo, allí saqué la diferencia".