Su compañera. Gerardo, de 26 años, está de novio con Yanina, desde hace una década. Se conocieron siendo vecinos del Barrio Medina Suárez, en Pocito.

-¿Cómo es la dinastía Tivani?


-Mi papá Rolando comenzó corriendo y lo hizo hasta que nació mi hermano más grande, Diego, que le pasó lo mismo cuando formó su familia. Después, yo, que ahora tengo 26, y me sigue Nicolás, que está en Europa, y tiene 21. Por el lado de mi papá, está mi tío Daniel, que ya tiene más de 50 y sigue corriendo en los Libres. El hijo de Daniel, Diego, que es primo mío, y también está Emiliano Contreras, que por parte de la madre es primo hermano mío.


-¿A qué edad comenzaste a competir?


-A los 16 años. Antes pasé por el fútbol en Aberastain y en la Municipalidad de Pocito en atletismo. Después de eso, llegué al ciclismo para siempre.


-¿Cómo fue el debut en la bicicleta?


-En la primera carrera tuve una rodada (sonríe), aunque pude terminarla. En la segunda carrera, levanté los brazos antes de cruzar la meta y me pasó el que venía segundo.


-¿Cómo tomábas el ciclismo?


-Desde que empecé en el ciclismo lo tomé como algo muy serio. Tuve la chance de correr para el equipo Palmar de Lago la Vuelta de Juveniles y desde ahí fui escalando hasta Elite.


-¿Te dedicás 100% a este deporte o compartís tiempo con otro trabajo?


-De lleno al ciclismo. A la mañana gimnasio y por la tarde, bicicleta. En el caso de la temporada de Ruta, solo se hace bicicleta.


-¿Qué carrera se te viene primero a la mente?


-Dos elegiría. Son dos clásicas que pude ganar: la Calingasta y la Doble Media Agua, las dos en el 2015. Siento que a nivel resultados esa fue mi mejor temporada desde que estoy en Elite. Este año me he sentido bien, pero los resultados no fueron los esperados.


-Alguna anécdota de carrera con un hermano.


-En un Giro del Sol que íbamos embalando con todo, yo pensé que era una meta Sprinter y y era el puntero en esas, y Nicolás pensó que era una meta Montaña y él era el líder. En el embalaje le dije "pará, pará que me hace falta'. Y resulta que la gana Nicolás y después me doy cuenta que era Montaña, así que menos mal que él triunfó (sonríe).

"Al principio al ciclismo lo tomaba como una pasión, pero ya ahora es un trabajo. Le digo a los chicos que esto es algo bueno para evitar las tentaciones de la calle".


-¿Por qué pensas que el ciclismo siempre tiene encima la sombra de doping?


-Siento que los dopings en el ciclismo son más escandalosos. Es más fácil pegarle a un ciclista que a otros deportes. Por ejemplo, en River hubo dos casos de doping y no siento que hubiera tanto escándalo con eso.

"El ciclista que más me gusta es el eslovaco Peter Sagan, por la forma de correr y el espectáculo que le brinda a la gente".

-Definímelo a Nicolás, ¿por qué está en Europa corriendo a nivel profesional?

-Porque es un loco (sonríe). Es alguien que cuando se pone un objetivo lo cumple. Además de su fortaleza mental, tiene unas condiciones terribles.


-¿Cómo fue comenzar ganando la temporada de Pista?


-Muy lindo y una alegría doble porque no lo esperaba. Había estado parado un mes después del Argentino de Ruta y había tenido poco contacto con la bicicleta. 

"Fue una experiencia muy linda correr la pasada Vuelta a San Juan con equipos de ese nivel, aunque falta mucho para llegar a alcanzarlos".


-¿Te gusta más la Pista o la Ruta?


-Me quedo con la Ruta, porque es diferente la pasión de la gente. Me ha tocado estar en la Vuelta de Uruguay corriendo y hay gente viendo la carrera, pero el aliento de público en San Juan es muy especial.

"No esperaba ganar la primera fecha de la Pista porque había estado parado un mes".