En deuda. San Martín no entró bien al partido en Concepción, pero luego de la primera media hora llegó a abrir el marcador. Aunque un mal complemento lo dejó con apenas un punto e impotente.

 

Apenas fueron 15 minutos de ilusiones. Apenas 15 minutos en los que San Martín pareció recuperar su memoria ofensiva y parecía que ese buen andar lo ponía en ganador contra Ferro. 

Hizo su gol a través de su mejor jugador en este presente como lo es Francisco Alvarez pero no pudo sostenerlo y el Verde de Caballito lo volvió a sumir en la impotencia. Se cerró así con la amargura de lo que pudo ser y no fue, una nueva presentación de San Martín en la Primera Nacional, empatando 1-1 como local en el marco de la fecha 12 de la Zona B del certamen.

Otra presentación como local para el Verdinegro que se sella con la impotencia de ser un equipo que quiere pero que no puede y que en esa lucha interna deja en el camino demasiados puntos. Un presente que reclama un replanteo a esta altura porque con un tercio de torneo ya jugado, San Martín está demasiado lejos de todo.

El próximo martes, San Martín será visitante de Tristán Suárez.

En el comienzo, la sorpresa fue la propuesta de Ferro que salió decidido a jugar y generó un par de llegadas con algo de peligro.

San Martín recién tras 30′ hizo algo de pie. Creció el trabajo de González en el medio, se acomodó Ruiz y apareció Berterame para abrir por la derecha.

Y así empezó el momento feliz del Verdinegro en el partido. La tuvo Matías Giménez pero acertó Miño en la línea. Pero San Martín había sintonizado la onda futbolística para sacar ventaja y a los 38′ tendría premio cuando Ruiz habilitó a Berterame para que llegara al fondo, envió el centro al corazón del área y Alvarez la clavó para abrir la cuenta en Concepción. Era el momento de San Martín y tenía premio.

Se cerró el primer tiempo con ese mejor andar de un San Martín que se demoró en acomodarse, sabiendo que en el complemento tendría más espacios. Ferro fue a buscarlo y apostó más. Se soltó del todo en el complemento.

Presionó, le quitó la pelota a un San Martín que había vuelto a ser un equipo inseguro, repetido, lento. Ferro fue a buscarlo y a los 24′ Brian Fernández encontró el empate tras un centro enorme de Grana. Un golpe anímico para un San Martín que nunca más volvió a ser el del final de la primera etapa.

Ferrari intentó sacudirlos con los cambios pero San Martín era un canto a la impotencia. Hizo cambios, aunque todo resultó impotencia. Y Ferro no se animó a más. Se acomodó en el empate y San Martín nunca más lo puso contra las cuerdas a pesar del gol increíble que Juan Villagra desperdició. Fue una jugada aislada que pudo cambiar la historia pero no alcanzó.