El campeón pesado del CMB (Consejo Mundial de Boxeo) Tyson Fury pesó cerca de cinco kilos menos que en su última pelea, con vistas al combate que sostendrá hoy, contra el también británico Dillian White, en el estadio de Wembley, ante 94.000 espectadores.

Fury registró un peso de 120,11 kilogramos (264,8 libras), mientras que Whyte dio en la balanza 114,8 kilogramos (253,25 libras), casi tres kilos (seis libras) más que en su última pelea.

Durante un cara a cara francamente amistoso, que subrayó la considerable ventaja en altura de un Fury de 2,06 metros (contra 1,93 de su retador), los rivales sonrieron y se hicieron cosquillas, se dieron un apretón manos e intercambiaron sus gorras.

Fury (31-0-1, 22 nocauts) prometió que la historia será diferente hoy, en su segunda defensa del título que obtuvo en febrero de 2020. "No duden de nosotros, vamos a montar un espectáculo como ningún otro antes", afirmó Fury. "Va a ser una guerra, no se preocupen por eso".