Buenos Aires, 13 de mayo.- El entrenador de River, Néstor Gorosito, no haría modificaciones para visitar el próximo sábado a Huracán, por la decimocuarta fecha del torneo Clausura, buscando que su equipo repita la actuación del primer tiempo frente a Lanús.
A pesar del empate que lo dejó marginado de la pelea por el título, más allá de que todavía dan los números, Gorosito pretende que su equipo se sostenga en el rendimiento de la etapa inicial del último partido.
Como el partido se juega el sábado, la semana de trabajo del plantel ‘millonario’ se vio alterada y todavía el entrenador no paró un probable equipo, realizando trabajos por separado –en defensa y ataque- en las puertas cerradas del predio de Ezeiza.
Entonces, los once serían Daniel Vega; Paulo Ferrari, Gustavo Cabral, Nicolás Sánchez y Cristian Villagra; Mauro Rosales, Diego Barrado, Oscar Ahumada y Diego Buonanotte; Mauro Díaz y Radamel Falcao.
Gorosito quedó conforme con el desempeño de Mauro Rosales como mediocampista por la derecha con subidas para tratar de asistir a Falcao, lo mismo que la actuación de Diego Barrado.
La principal novedad para el partido frente al conjunto dirigido por Angel Cappa sería la continuidad en el primer equipo de Barrado, quien fue figura aunque no se haya conseguido una victoria.
“En lo personal, siento que es el momento para ganarme un lugar. Como rendí contra Lanús me dan muchas ganas de seguir jugando”, aseguró Barrado.
Ningún integrante del plantel de Núñez le encuentra una explicación concreta a la falta de resultados y la crisis futbolística, y Barrado apuntó que no pueden plasmar en el campo de juego lo que practican en la semana.
“Los resultados no se dan y el juego no se termina de encontrar. No podemos mantener el buen juego durante los noventa minutos y lo hacemos por pasajes. Trabajamos de una forma en la semana y en los partidos nos desconcentramos o confundimos con cualquier cosa y lo pagamos caro”, sostuvo.
Barrado jugó en una nueva posición frente a Lanús, de doble cinco con compromiso en la marca, fue una de las figuras de su equipo y aportó otras cosas al equipo que no van de acuerdo a sus características.
“Me salieron las cosas bastante bien, aunque siempre jugué por afuera. En la semana anterior al partido yo tenía un poco de incertidumbre, porque siempre que jugué de doble cinco era el que más tenía que atacar. Me sentí muy bien, corté varias pelotas, y se pudo dar que en varios pasajes del partido pude atacar”, remarcó.
El entrenador de River deslizó hace algunos días que a su plantel no le haría mal que un psicólogo los siga de cerca para encontrar explicaciones a las actitudes en la cancha.
“No veo mal las charlas motivacionales, más que psicólogos. Que hable gente que en los momentos malos se supo reponer a algunos les va a llegar más que otros, pero si es un aporte bienvenido sea”, concluyó.