Chile, 8 de enero.- Muchos pilotos aprovecharán la jornada para reponer fuerzas, mientras sus equipos hacen service a las máquinas antes de largar mañana hacia Antofagasta, pero muchos otros aprovecharán si vienen retrasados desde Iquique para completar la etapa recién hoy, porque el reglamento estira también un día la hora de llegada de la etapa.

Este rally de raid, unánimemente considerado el más duro de mundo, ya dejó en la primera mitad del recorrido total de 9.500 kilómetros a unos 100 de los 406 pilotos que largaron el 1 de enero desde el Obelisco porteño, con abandonos por distintas causas.

Los pilotos llevan acumulados más de un día a bordo de sus máquinas si se contabilizan sólo las etapas especiales y si se tienen en cuenta los mejores diez tiempos en las distintas categorías, pero en la mayoría de los casos que siguen en carrera aunque lleguen sobre el final de cada jornada el desgaste es mayor todavía.

Algunos tuvieron que abandonar por accidentes que obligaron a hospitalizarlos, como el tucumano Rodolfo Bollero (moto), el joven salteño Lucas Moreno (motos), Ademar Heguiabehere (cuatri), el francés Cyryl Esquirol (moto) y los checos Martin Kolomy y Jaroslav Lamac (camiones), entre los más delicados.

Otros sufrieron problemas sin arreglo en sus autos, motos o cuatros, y varios fueron víctimas de las dificultades de navegación que los perdieron en el desierto, sobre todo en las últimas etapas. Y David Casteu (moto) y Lucio Alvarez (autos) atropellaron a espectadores, en accidentes que no fueron graves.

Los argentinos llegaron a Arica con un claro dominio en cuatriciclos, en la que Alejandro Patronelli es el líder, seguido de la revelación de la categoría, Tomás Maffei, a 16 minutos 31segundos, y del mendocino Sebastián Maffei, a 1h 16 m 7 s, todos compatriotas con Yamaha, igual que el cuarto, Pablo Copetti, a 4h 5m 12s.

En autos, el español Carlos Sainz (VW Touareg Race 3), campeón en 2010, llega a la primera mitad como favorito para repetir, con 2m 42s sobre su compañero de equipo el qatarí Nasser Al Attiyah (VW) y ahora bastante más lejos del francés Stephane Peterhansel (BMW), a 14m 51s, en la que llegó a liderar pero sufrió varias pinchaduras seguidas y se retrasó.

Orlando “Orly” Terranova hizo con su BMW una primera mitad de Dakar de acuerdo con sus expectativas al largar, de apoyar a Peterhansel y de entrar entre los primeros cinco de la categoría, ya que por ahora está séptimo, a 2 m 1s del sexto, el estadounidense Mark Miller (VW).

Entre los muy conocidos por el público local, los buggies del Pato Silva y de Emiliano Spataron avanzan lejos de los primeros puestos pero firmes en la carrera hasta anoche, después del abandono del tercer miembro del equipo que formaron, Norberto Fontana y de las penurias que vivieron en el desierto camino a Iquique. También sigue en carrera José Luis Di Palma.

En motos, Javier Pizzolito se convirtió en el mejor argentino que haya clasificado en esa categoría de un Dakar a esta altura, al quedar en la jornada de descanso entre los primeros 27 clasificados en la general con su Honda de apenas 250cc (el límite permitido es este año de 450cc), a 3h 44m 33s del puntero.

El español Marc Coma entrará en la segunda mitad del Dakar como líder de la general, con 8m 48s sobre su gran rival, el francés Cyril Despres, ambos de KTM, y 22m 12 s sobre el chileno Francisco “Chaleco” López (Aprilia). El galo le descontó más de dos minutos al catalán en la sexta etapa entre Iquique y Arica.

En camiones, el ruso Firdaus Kabirov (Kamaz) a 19m 20s de su compatriota y compañero de equipo, Vladimir Chagin, y 21m 25s del checo Ales Loprais, de Tatra.

El Dakar se largará otra vez mañana, de Arica a Antofagasta, con un enlace de 208 kilómetros y especiales de entre 611 y 631 kilómetros según las categorías, las más largas del rally.

Estas especiales han sido desdobladas en un trazado tipo enduro y en otro con dunas, con una bajada muy empinada al final, frente al Océano Pacífico, parecida a las de Iquique, pero acá hasta alcanzar un autódromo especialmente reservado para el aplauso de los fanáticos a los pilotos y sus máquinas.