En el primer turno del día, Del Potro se fue antes de lo previsto. El verdugo fue el serbio Dusan Lajovic en un partido que mostró al argentino lejos de su mejor nivel y en el que además falló en el momento decisivo, cuando se abría la chance para encaminar el resultado. Finalmente fue caída por 3-6, 6-4 y 7-6 (8-6) para el adiós del argentino. 

 

 

Los primeros games del partido de Del Potro mostraron paridad. El argentino no conseguía complicar a Lajovic, quien se mostraba sólido con su servicio e incomodaba cambiando ritmos y potencia de sus golpes.

 

Hasta que en el séptimo game, que arrancó con una gran devolución del argentino, el serbio se enredó con algunos errores y permitió el primer quiebre del partido. Ya con esa confianza, Delpo aseguró su game de saque y volvió a quebrar en el noveno juego para sellar el set por 6-3.

 

Cuando parecía que podía subirse a ese buen andar para encaminar fácilmente el partido, el argentino bajó la intensidad en el comienzo del segundo set y permitió la reacción de su rival.

 

Lajovic empezó entonces a manejar los peloteos con una derecha potente y sólida que ponía a Del Potro la defensiva. El saque mantenía en juego el argentino, pero en el séptimo game bajó el porcentaje de primeros servicios y empezó a tambalear. Y el serbio consiguió entonces su primer break con un palazo de derecha ante un segundo saque de Delpo.

 

 

Para colmo de males, el argentino dejó pasar en el juego siguiente dos break points que le hubieran permitido volver a equilibrar el marcador. Ya en el décimo game, Lajovic sacó para cerrar el set. Y aunque Del Potro salió decidido a meterle presión con devoluciones profundas, el serbio aguantó bien y consiguió el 6-4 que llevó el desenlace a un tercer parcial.

 

La laguna en la que se había metido Del Potro se profundizó en el comienzo del set decisivo. Aunque logró levantar dos break points, con una derecha enganchada a la tribuna finalmente el argentino volvió a resignar su juego de saque.

 

Ante este panorama, Lajovic pegaba cada vez más suelto, ganaba en confianza y jugaba muy por encima del puesto 95 que muestra en el ranking mundial. Pero de pronto, un par de errores lo condicionaron y Del Potro aprovechó su primer break point del juego para equilibrar el marcador.

 

Pasaban los juegos, Del Potro no era el de sus mejores días y Lajovic no parecía en ningún momento sentir la presión. Su saque se mantenía firme y sus golpes mostraban mucha precisión. Ante ese panorama imprevisto, el argentino no se desesperaba y con la firmeza de su saque lograba seguir en el partido.

 

Y así, con tanta paridad, llegaron al tie-break en el que se decidía el partido. Parecía que Delpo podía encaminar la historia cuando picó en punta 4-0 en el desenlace, a favor de algunos buenos golpes propios y errores de su rival.

 

Pero de repente pareció liberarse Lajovic y llenarse de presiones Del Potro. Sucesivas equivocaciones del argentino le hicieron perder cinco puntos consecutivos y el predominio cambió de lado. Llegó el primer match point para el serbio, que Delpo levantó gracias a su saque. Pero dos nuevas equivocaciones forzaron el adiós. Así se escapó el desenlace por 8-6 y con él la gran chance que tenía el argentino de volver a meterse en el top 5 del ranking. Para eso, tendrá entonces que esperar al Masters 1000 de Roma, que se jugará la semana próxima.

 

 

Luego, el turno fue de Leonardo Mayer, quien no pudo dar un batacazo ante el alemán Alexander Zverev (2º favorito del certamen), quien se impuso por 6-4 y 6-2 en apenas una hora y 9 minutos. En cuartos de final se medirá con el ganador del duelo entre el estadounidense John Isner (7º) y el uruguayo Pablo Cuevas.

 

En el primer enfrentamiento con Zverev, Mayer no pudo mantener ese juego que le hizo conseguir dos valiosos triunfos ante Fabio Fognini y Fernando Verdasco. En eso mucho tuvo que ver el alemán, que se apoyó en su saque (tres aces) y que se lució con un porcentaje de puntos ganados con el segundo servicio tan alto como con el primero.