Kylian Mbappé vuela y los argentinos no lo pueden parar. Tiene 19 años, pinta de crack y un corazón de 10. El chico nacido en Bondy, hoy es una de las estrellas del Mundial de Rusia 2018 y tiene una característica que le sobresale de su nivel futbolístico: siempre piensa en las personas más necesitadas.

Sus condiciones son notables. Su calidad futbolística es incuestionable y lamentablemente Argentina lo sufrió. "Es mejor apuntar a la luna porque de esa manera, si fallas, llegarás a las nubes", aseguró un chico que futbolísticamente es crack, pero que también lo es por sus cualidades humanas.

Mbappé tiene una madre de Argelia y un padre camerunés. De pequeño le enseñaron que la familia era lo más importante y que siempre que pueda ayudar a otras personas debía hacerlo. Así lo dejaron en claro cuando rechazó una oferta del Real Madrid en 2017 porque no era necesario salir del Monaco por dinero, sino que el factor de estar con su familia tranquilo en Francia era más importante.

Cuando lo compró el París Saint-Germain rápidamente se hizo una de las figuras del equipo liderado por Neymar, quien llegó en el mismo mercado de pases que él. Mbappé sorprendió a todos en la gala de la fundación del club en mayo de este año. Decidió comprar una obra artística de un gorila por 550.000 euros, una cifra increíble que rompió todos los récords de las galas realizadas por el PSG.

En este Mundial también tuvo un gesto sobresaliente: La asociación Premiers de Cordée ofrece iniciaciones deportivas para niños hospitalizados y campañas de sensibilización sobre la discapacidad en escuelas y empresas. Mbappé anunció que la totalidad de lo que gane en el Mundial irá para ellos ya que considera que vestir la camiseta de Francia no hace que deban pagarles (todo jugador francés recibe una prima por partido) y piensa que ese dinero puede servir para causas asociativas o humanitarias.

Además, Mbappé también participó en la financiación de un viaje eduactivo a Rusia de 25 estudiantes de un colegio de Bondy, su ciudad natal. Crack dentro de la cancha, pero también fuera.