Este sueño nació en 2004. Allá lejos y hace tiempo, la Fundación Deporte y Salud Diberboll daba sus primeros pasos en el camino a ser lo que hoy perfila. La silenciosa siembra de Roberto Galván, su presidente, junto su grupo de colaboradores tenía que dar los frutos y así fue. Este último Giro del Sol, en la etapa final, Diberboll vio ganador a uno de sus ciclistas, Mauricio Paez, rememorando tiempos no tan lejanos de victorias con los campeones argentinos, los hermanos Ramos, además de haberse quedado con la temporada de pista del calendario sanjuanino. Un motivo de orgullo más para empezar a disfrutar de un nuevo aniversario de una fundación de neto corte solidario pero que en el deporte encontró un espacio enorme para llegar a los que más lo necesitan. Diberboll tiene escuelitas de fútbol solidario, hockey césped, hockey pista, vóleibol pero además su perfil social lo tiene presente en todas las actividades de San Juan. Ese es el objetivo y Galván admite que están creciendo día a día: "Empezamos con muy poco, casi nada. Sabíamos que sería complejo poder insertarnos pero el compromiso con la gente nos marcó el deporte como instrumento. Así generamos varias cosas. Los equipos de vóley, de hockey y lo más resonante que conseguimos el de ciclismo. Tuvimos la posibilidad de disfrutar de tener a los campeones argentinos de ruta y ser protagonistas en toda la temporada sanjuanina tanto en pista como en la ruta. Eso nos llena de orgullo y en este último Giro del Sol demostramos que en el recambio estamos haciendo las cosas bien. Será cuestión de seguir trabajando, de generar más actividades deportivas pero también sociales como la asistencia a barrios muy humildes con copa de leche, indumentaria y la creación de escuelitas. Estamos en todas las actividades de San Juan y para eso, el respaldo del gobernador Sergio Uñac y del secretario Luis Rueda, son fundamentales. Esperamos seguir cumpliendo aniversarios pero con objetivos. Diberboll tiene en el deporte el mejor instrumento para estar junto a la gente".