La muerte de un hincha en el estadio de Gimnasia derivada de una represión policial generó ayer expresiones de condena en el fútbol argentino, la aceptación de errores en el operativo de seguridad por parte del Gobierno de la provincia de Buenos Aires y el desmarque de la directiva del club local, sospechada de sobreventa de entradas en el partido suspendido ante Boca Juniors.

Como primera medida concreta, el gobernador Axel Kicillof instruyó al ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, para que aparte de la fuerza al comisario Juan Corbarán, encargado del operativo de seguridad en el Bosque.

La decisión tiene por objeto facilitar la investigación del fiscal Martín Almirón, quien busca determinar las responsabilidades de los hechos, por lo que además se registraron decena de heridos (8 internados) a consecuencia de una persistente ráfaga de balas de goma y gases lacrimógenos.

Los incidentes comenzaron minutos después de empezado el partido, cuando los efectivos de la policía buscaron dispersar a quienes pugnaban por ingresar a la cancha, entre las que se encontraban presuntamente muchas personas sin entradas.

El humo de los gases provocó un desbande dentro del estadio y miles de hinchas, tras comprobar que las salidas estaban cerradas por disposición del operativo de seguridad, tuvieron que saltar al campo de juego para escapar del ahogo y el ardor.

En medio del caos, César 'Lolo' Regueiro, de 57 años, quien se encontraba en la cabecera local junto a su familia, sufrió una descompensación cardíaca por causas que intentarán esclarecerse en la autopsia programada para este viernes.

Con una atsmósfera irrespirable por los gases lacrimógenos, la víctima fue atendida en el lugar y trasladada luego en ambulancia privada al hospital San Martín, donde llegó sin vida, según el parte del Ministerio de Salud provincial.

'Estaba con sus nietos de 5 y 6 años en la popular cuando empezaron a tirar gases, los nenes le dijeron que no podían respirar y él se desesperó. Estaban a punto de salir, pero la policía volvió a tirar gases. Quiso irse, no pudo. Ahí se descompuso y cayó al piso', relató con dramatismo su hijo Sergio.

La intención es jugar los 81’ que faltan del partido el 19 de octubre, en estadio neutral y sin hinchas.

El titular de la Agencia de Prevención contra la Violencia en el Deporte (Aprevide), Eduardo Aparicio, denunció en radio Continental que el estadio 'estuvo sumamente desbordado' desde unos 20 minutos antes del inicio y que 'en los alrededores había una cantidad importante de gente, entre 5.000 y 6.000 hinchas, que querían ingresar con entradas de todo tipo'. La justicia investiga si los incidentes pudieron estar generados por una sobreventa de entradas, hecho que fue rotundamente desmentido por el presidente de Gimnasia, Gabriel Pellegrino, cuya entidad se presentará como querellante en la causa.

La versión de Aparicio contrasta con la de Pellegrino, quien informó que el estadio estaba habilitado para 29.953 espectadores y que las autoridades aprobaron la venta de 4.450 localidades, descontada la cantidad de socios con cuota al día que estaban habilitados para asistir por voluntad propia (25.890).

El presidente de Gimnasia entendió que el error que provocó los desmanes fue que 'la policía dejó que gente sin entradas llegara hasta la puerta de la cancha', lo que evidenció 'una falla en los controles y los cacheos'.

'Nunca pasó semejante barbaridad en 40 años que voy a la cancha. Había hinchas y socios, plateístas, con carnet y entrada en mano, que no pudieron ingresar por los incidentes que se generaron. Alguien se tendrá que hacer cargo de algo como esto', contó Pellegrino.

  • Revelación de la autopsia

La muerte del hincha César Regueiro ocurrió por “un paro cardiorrespiratorio no traumático”, según determinó el informe provisorio de la autopsia, de acuerdo con fuentes judiciales. “Se realizó RCP en el lugar sin éxito. Se trasladó en ambulancia de servicio privado e ingresó al hospital San Martín sin vida”, agregó el comunicado del Poder Ejecutivo.

DT DE GIMNASIA

  • Pipo, molesto por jugar sin hinchas

 

Néstor Gorosito, entrenador de Gimnasia, se quejó ayer de la eventual pérdida de localía del club en la continuidad del partido suspendido con Boca y manifestó su deseo de “jugar con gente”, cuando las autoridades resuelvan disputar lo que resta del choque interrumpido por incidentes en la noche del jueves en el Bosque.
“¿Qué culpa tiene Gimnasia? Queremos jugar con gente la continuidad”, expresó el DT del “Lobo”, de 58 años, en referencia a los serios episodios de violencia que se registraron en las inmediaciones del estadio Juan Carmelo Zerillo, a partir de la represión de la policía bonaerense, que derivó en la muerte de un simpatizante. “Nosotros queremos salir campeones. Por qué tenemos que jugar lo que resta con Boca en cancha neutral y sin nuestra gente” insistió “Pipo” Gorosito, en charla con la señal ESPN.


En la noche del jueves, y cuando apenas se habían cumplido 9 minutos, el árbitro Hernán Mastrángelo suspendió el cotejo por los violentos incidentes sucedidos en las adyacencias del estadio del “Lobo”.


“Los líos fueron afuera. Uno le echa la culpa al otro, el otro al otro y así. Si yo contrato a la Policía, la Policía debe hacer su trabajo. Si no, ¿para qué le pago?”, reclamó el exentrenador de Argentinos Juniors, San Lorenzo y Tigre, entre otras instituciones.
“Te doy mi casa y te digo: ‘Vení, hace una fiesta’. Y si entrás falopa, vos te tenés que hacer responsable, yo te la presté”, graficó.