¡¡Ohhh, vamos a volver, a volver, a volver, vamos a volver…!!! retumbaba en el Pueblo Viejo. Estaba claro que el empate (0-0) ante Belgrano y la victoria de Unión, en Santa Fe, frente a Ferro ya era parte de la historia para los hinchas verdinegros. Aquella tenue luz que daba una chance del ascenso directo para San Martín se había apagado por completo a esa hora.
El Tatengue santafecino se regocijaba en su ciudad por quedarse con la segunda plaza para jugar en Primera División. Y, los sanjuaninos, empezaban a meterle fichas a algo más terrenal.
Se viene la Promoción para el Verdinegro. Y su gente sigue ilusionada con llegar a Primera División. Por eso recibió de manera espectacular al equipo. Por eso lo despidió casi de la misma manera. También por eso llenó la cancha como no la hacía hace mucho tiempo. Especialmente en la tribuna popular Norte, donde no cabía un alma.
Si hasta se dio un par de segundos de éxtasis, cuando muchos creyeron que era gol de Ferro y no de Unión, en Santa Fe. Pero fue un sueño fugaz.
Lo cierto es que la suerte ya está echada. San Martín deberá promocionar. Al fin y al cabo ese es el objetivo que se había planteado este grupo. Tanto cuerpo técnico como jugadores. Y la gente, se entiende, también está conforme e ilusionada.
El partido de ayer en Concepción arrancó de una manera. Se fue desarrollando de otra. Y terminó de una distinta. Claro que en todos los casos, siempre fue el Verdinegro el que estuvo más cerca de la victoria. Por lo menos el que más la buscó.
Belgrano llegó con un equipo distinto al titular. Mechado con varias variantes con el objetivo de preservar a sus principales figuras para la Promoción que ya tenía asegurada. Y San Martín fue otro tanto. Porque Garnero decidió darle descanso a Alderete, Poggi y Zamponi (estaba suspendido). Que no es poco porque se trata de los jugadores que alcanzaron el mejor nivel en esta recta final.
Ante ésto, el partido, que arrancó con velocidad -especialmente de los locales- fue perdiendo categoría, en ausencia de la precisión que le dan aquellos que no estaban.
Igual, San Martín contó con más y mejores chances en el primer tiempo. A los 13’, tras un centro de Quiroga desde la derecha, Penco la peinó y la pelota se fue apenas desviada. Recién a los 40’, después de una medianía generalizada, Barreiro ensayó una chilena que salió muy cerca, aunque el árbitro cobró offside. Belgrano recién tuvo la suya -la única- a los 42’ con Estevenaux tirando y Landa sacando al córner.
Otra vez en el inicio del complemento se vio la mejor imagen del local. Como que salió con otra actitud. Mucho más decidido. Y enchufado. Tras dos centros de Barreiro, Landa la elevó por sobre el travesaño. Y, en la más clara, Barreiro tuvo el gol pero no supo resolver ante la salida del arquero visitante. Fue a los 10’ y desde ahí el partido ya no tendría chances tan concretas.
Belgrano se abroqueló todo cerca de su arco. San Martín tuvo en Videla a su estratega -el mejor de la cancha junto con Grabinski- pero el volante se cansó y lo reemplazaron. Hubo una de Roberval -a los 28’- que casi es gol pero no lo fue. Y otra de Estevenaux, que Pocrjnic despejó al córner.
Al final, un 0-0 casi anunciado en el último tramo. Igual, el pueblo Verdinegro despidió a su equipo a pura ilusión. Y tiene fundamentos.

