Contracara. José Sand (9) y Lautaro Acosta (7), entre otros jugadores de Lanús, celebran la clasificación a la final de la Libertadores, algo inédito en su historia. Javier Pinola y Leonardo Ponzio son la muestra más clara del lamento de los futbolistas de River.

Lanús fue el que hizo historia anoche en su "Fortaleza" clasificando por primera vez a una final de Copa Libertadores a lo grande, venciendo a River por 4 a 2 después de ir perdiendo por 2 a 0 y tras haber caído por 1 a 0 en la ida, como para hacer más grande y brillante aún esta página de gloria que quedó ayer como una de las mayores jornadas del fútbol argentino. La utilización de la tecnología en el fútbol como es el VAR (tal es su sigla en inglés) estuvo en el foco de la polémica debido a las decisiones que se tomaron y que claramente en el caso de anoche perjudicaron a River (ver página 37).

Lanús salió a revertir el 0-1 con que comenzó este enfrentamiento de 180 minutos y no solamente manejó la pelota, sino que además tuvo un par de ocasiones concretas como para abrir el marcador. Pese a ello, en el cuarto de hora un Diego Braghieri que ya se veía nervioso antes de comenzar el encuentro, cometió una torpeza al cargar desde atrás a Ignacio Fernández dentro de su área y fue claro penal que Ignacio Scocco tradujo en la apertura del tanteador. Pero eso no iba a ser todo: a los 25" llegó el segundo de River con un cabezazo de Jorge Montiel, que así debutó en la red con la camiseta riverplatense. Esos dos mazazos parecieron impactar tanto en la gente como en los futbolistas de Jorge Almirón. Encima, el volante Iván Marcone tocó el balón con la mano en su área, pero el árbitro colombiano Wilmar Roldán no recurrió al VAR como se lo requería todo River. Lanús recién reaccionó sobre el final de la etapa, cuando José Sand descontó.

El rival de Lanús saldrá de Gremio y Barcelona, que se enfrentan hoy. 3-0 en la ida para los brasileños.

Y cuando antes del minuto del segundo período otra vez apareció Sand para poner la igualdad, entonces empezó a gestarse la hazaña "granate". Entonces afloraron todas las debilidades de la visita que fueron aprovechadas por el incansable Lautaro Acosta para quedar a un paso de la gloria apenas superado el cuarto de hora con la tercera conquista lanusense. Y 10 minutos más tarde apareció el VAR para hacer más épica la victoria local, cuando Montiel tomó dentro del área a Nicolás Pasquini y lo derribó, pero en primera instancia Roldán ignoró la infracción, hasta que le avisaron y pidió el video para cobrar la pena máxima que solicitó Alejandro Silva, y su ejecución selló la victoria. Y el hecho de que haya sido un uruguayo el que señaló la victoria hizo recordar en el tiempo aquella final que River perdió también 4-2 frente a Peñarol, de Montevideo, después de ir ganando también 2 a 0, en 1966, cuando el técnico era Renato Cesarini. Fue la noche soñada por Lanús y para River resultó una auténtica pesadilla, justo cuando se le viene el superclásico el próximo domingo recibiendo a Boca.

Alegría pura en el Granate

Lanús vivió anoche su jornada más importante de la historia al meterse en la gran final y un histórico del club como José Sand destacó que "siempre creímos que se podía. Es una hermosa sensación saber que vamos a jugar la final de la Copa Libertadores".

Por su lado Lautaro Acosta manifestó que "pensé que estaba todo dicho cuando perdíamos 2-0, pero el corazón pudo más". Mientras que el técnico Jorge Almirón aseveró que "una gran satisfacción por estar en la final. Ahora veremos qué rival nos tocará".