Facturó. Rafael Santos Borré, de River, ya definió con tranquilidad el penal que concedió el sanjuanino Emmanuel Mas (atrás en la imagen).

Si fuera boxeo y no fútbol, se podría decir que a Boca el árbitro le dio una cuenta de protección. Lo necesitaba tanto o más como el final del partido anoche en el Monumental. River, el actual monarca, dio un paso gigante buscando el bicampeonato de la Copa Libertadores: el 2-0, con VAR y polémica incluida, lo puso a su eterno rival contra las cuerdas. Deberá el xeneize el 22 de octubre, en la Bombonera y con una multitud a su favor, dar vuelta una historia que no se terminó pero tiene un dominador bastante claro.

River jugó a lo campeón. Envuelto en la bandera futbolística que plantea su mentor, Marcelo Gallardo. Yendo a buscar el partido y siendo protagonista, sabiendo que la diferencia la debía sacar anoche en Núñez. El VAR lo "ayudó", claro que sí. Pero también es cierto que fue prepotente en ir a buscar el triunfo. Demostró nuevamente ese convencimiento que trae desde que Napoleón asumió las riendas del club hace ya más de cinco años.

Luego de un primer tiempo donde no tuvo su mejor versión pese a que se marchó ganando, ratificó la alegría en un complemento con una estupenda versión. Redujo al xeneize de Alfaro a muy poco o nada. Lo venció desde lo estratégico y también en lo psicológico: daba la impresión que River si estaba fino podía golear y ahí sí sentenciar la historia pese a todavía faltar el segundo capítulo.

El hincha de River, que dejó una recaudación para la institución de más de 120 millones de pesos, tuvo su dejavú de la final en Madrid. Gastó a los primos con banderas de todo tipo por aquella final en diciembre del 2018 en el Santiago Bernabéu, con máscaras incluidas de "Oso" en honor a Lucas Pratto, y cerró la noche a puro festejo. Con un optimismo que irradia por lo hecho en el pasado reciente pero sustentado por este presente ideal.

Del otro lado, este Boca que parecía de amianto.

Que nada podía complicarlo a nivel defensivo. El cerrojo humano que era el arquero Esteban Andrada hizo lo que pudo, pero no pudo con todo. La pésima labor de algunos defensores, encabezados por el propio lateral sanjuanino Emmanuel Mas, y otros volantes de contención, provocaron que el cuidapalos récord de Boca quedara demasiado expuesto. Igualmente, un par de atajadas suyas dejaron al equipo con esperanzas de darlo vuelta.

Párrafo aparte la idea de Alfaro, condicionado totalmente por ese gol tempranero, VAR mediante, de Santos Borré. Lechuga apostó por un equipo corto y sin tantas ambiciones ofensivas, no las nulas de la quinta fecha en el Monumental por la Superliga, pero sin volverse "loco" por ir a buscar el arco contrario. A esta altura de su gestión ya es una marca registrada. En el segundo tiempo, el DT pareció perder la compostura con los cambios: metió a varios atacantes como Tevez, Salvio y Zárate buscando algo que le dé vida para la revancha. No encontró la respuesta que esperaba y sus dirigidos carecieron de la habitual falta de volumen de juego. Dentro de tres semanas tendrá que ser otra la historia del lado de la Ribera porque si no el final menos deseado será una realidad. Boca deberá tener una página dorada en la historia de la Copa Libertadores buscando la tan postergada séptima coronación. River, por su lado, se regocija imaginando otro mano a mano sacando del camino a los primos, dando vuelta la tendencia de otros tiempos y teniendo en Gallardo a su héroe principal otra vez.

Por ahora, la tendencia es clara: el campeón goza de muy buena salud y el desafiante deberá mejorar mucho para ponerlo en aprietos. Por ahora, lo tiene grogui. Aunque, claro está, esta historia continuará...

Supremacía

28

Los años que suma Boca sin poder ganarle en los 90" a River por la Libertadores en el Monumental.

Karma

Hasta ahora, en las tres semifinales que River afrontó en la historia por la Copa Libertadores ante equipos argentinos nunca logró meterse en la gran final.

En la Bombonera intentará cortar esa sequía.

El Millonario no pudo en el pasado contra Estudiantes (1971), Boca (2004) y Lanús (2017).