Hace apenas una semana se consagró campeón, pero Boca ya puso manos a la obra para reforzar su plantel de cara una nueva temporada que, en 2018, incluirá Copa Libertadores. En este contexto, se confirmó la llegada del primer refuerzo: Paolo Goltz.


El defensor pasará al Xeneize a cambio de dos millones de dólares y la idea es que firme un contrato por los próximos tres años. El 16 de julio el plantel comienza la pretemporada y, para entonces, Guillermo Barros Schelotto pretende contarlo entre sus jugadores.

A pesar de la insistencia de Independiente por llevarse a Goltz e incluso de la oferta superadora (2,5 millones de dólares) enviada desde Avellaneda, las ganas del jugador por pasar a Boca fueron fundamentales en la negociación.

Así, a los 32 años y tras pasar tres en México, Goltz regresa al fútbol argentino para reencontrarse con el cuerpo técnico con el cual trabajó en sus dos últimas temporadas en Lanús, entre 2012 y 2014. En esa época, el zaguero fue una de las piezas claves del equipo Granate que festejó la Copa Sudamericana en 2013.

Oferta formal por Guido Pizarro

En Boca no pierden tiempo y la dirigencia ya hizo una oferta formal para intentar cumplirle a Guillermo Barros Schelotto un viejo deseo.


Guido Pizarro es el mediocampista que quiere el entrenador del campeón y el Xeneize deberá pagar la cláusula de rescición, que es de seis millones de dólares.

Otro de los nombres que tiene el Mellizo en el radar es Víctor Ayala, junto con Pizarro y Paolo Goltz (será refuerzo de Boca) también dirigido por el DT en su estadía en Lanús.

Otro jugador que se mencionó pero que finalmente no llegará a Boca es el uruguayo Diego Polenta, del Nacional de Montevideo.