La nieve que comenzó a caer cuando restaban los últimos 23 kilómetros de la competencia y el pelotón, donde estaba el sanjuanino Nicolás Tivani (Team Corretec) debía afrontar el descenso del último puerto de montaña, el alto de Montan (a 750 metros sobre el nivel del mar) cuando se produjo el ‘parate’ del grupo mayoritario.

Había tres hombres escapados Gianni Moscon (Astana), Sebastian Schönberger (Human Powered Heat) y Vicente Hernaiz (Paredes Boa Vista), quienes no querían aceptar la determinación de la mayoría, pero cuando faltaban 17 kilómetros, debieron acatar la comisión de las autoridades.

La etapa, de 191,47 kilómetros, que enlazaba la Muralla de Lugo y la localidad de Sarria, comenzó con lluvia y baja temperatura. A medida que se empinaba la lluvia, primero fue agua nieve y luego una nevada copiosa, que ponía en peligro la integridad de los ciclistas.

La televisión mostró una máquina quitanieves abriendo paso al pelotón, que por decisión de los ciclistas puso pie en tierra. Los hermanos Herrada, Jesús y José, del Cofidis, lideran al grupo. El pelotón se para. "No podemos seguir así", le explica Vingegaard, portavoz de todos, y el más combativo antes en la carrera, ganador de la meta sprinter, por lo tanto el único que partirá hoy con la ventaja de tres segundos bonificados, también se respetarán los puntos de una meta de montaña. El resto de los ciclistas partirá de cero.

La carrera (2.1 abierta a equipos amateur) marca el inicio de temporada del danés Vingegaard, ganador del último Tour de Francia, quien explicó que era imposible seguir. "Con las manos congeladas, duras, no podíamos accionar los frenos".

La segunda etapa de O Gran Camiño se disputará en el llamado Camiño de Pontevedra, de 188,1 kilómetros y perfil montañoso que enlazará la localidad de Tui con el (Monte Trega, en A Guarda. Con dos puertos de tercera categoría -San Esteban de Negros y Alto da Cruz de Portela- y uno de segunda, Santa Trega.