Tercera capital. Así es considerada la ciudad donde Argentina quedó eliminada del Mundial. Incluso, más antigua que Moscú.

 

 

Un viaje incómodo, de casi 16 horas y con mal dormir, en una combi a medio camino entre Moscú y los Urales le despierta a cualquiera el peor mal humor. Salvo que el destino desconocido y exótico al que uno llega le cambie el panorama tras poner delante de sus ojos imágenes similares a la famosa recopilación de cuentos orientales.

Así es Kazán, la ciudad considerada como la tercera capital rusa, más antigua que Moscú, y con una cultura milenaria que hace honor al sobrenombre de la "Estambul del Volga". En su casco histórico, sus cúpulas, campanarios y minaretes musulmanes son un auténtico "imán". Así, acelero el paso bordeando el río más grande de Europa asombrado porque del otro lado veo algo parecido a una olla gigante. Me pregunto qué representará ese monumento, más adelante me entero que Kazán significa literalmente "olla".

Quizás ahí adentro sumó presión y cocinó la revolución Vladimir Lenin, el fundador de la Unión Soviética, mientras vivía y estudiaba aquí. Al igual que León Tolstói, el patriarca de la literatura rusa, tal vez craneó la receta para sus obras cumbres.

A continuación, supero ese utensilio culinario porque quiero llegar a una especie de fortaleza, con dos kilómetros de murallas, que llegan a alcanzar los 12 metros de altura. La estructura domina todo el centro de la ciudad detrás de un gran canal que la cruza.

Es nada menos que El Kremlin de Kazán, porque si Moscú lo tiene por qué no la capital de la República de Tartaristán, que pertenece a la Federación Rusa y es la ciudad más poblada de toda la región.

Declarado Patrimonio Mundial por la Unesco en el año 2000, fue construido por orden del célebre zar Iván el Terrible, a partir de las ruinas del antiguo castillo de los kanes de Kazán. Es que esta urbe fue creada como un bastión para la defensa de las fronteras septentrionales y sería conquistada por los mongoles y tártaros, por lo que el otro idioma oficial de la región es este último.

Se sabe que "el país más grande" ubicado en dos continentes tiene dos caras: una cristiana y otra musulmana, una occidental y otra oriental, una eslava y otra tártara. Y no hay mejor lugar para apreciar esa dicotomía que Kazán.