Antecedente. En el 2007, en París, definieron Inglaterra y Sudáfrica la Copa del mundo. El festejo fue para los Springboks con un ajustado 15-6 en una final sin ningún try.

Se suele decir que las finales deportivas se definen por detalles. Por esas cosas o hechos que dividen el camino entre el ganador y su derrotado. En la previa a la gran final del Mundial de rugby en Japón, se podría pronosticar que el cruce entre Inglaterra y Sudáfrica el sábado (6 horas por ESPN) se definirá por eso. Es que ambos equipos hacen de su libreto ultra trabajado y estudiado su mayor virtud. No hay mucho margen para la improvisación y mal no les fue a ambos combinados. Por eso en el International Stadium Yokohama hay pronóstico reservado y sobre todo la sensación que el pragmatismo hará que de rugby champán exista poco y nada el fin de semana.


En un balance global resalta que la primera Copa del mundo en tierras asiáticas se basó más en las defensas que los ataques. Un dato: harían falta once tries en la final para igualar el promedio del último mundial de cuartos de final en adelante. Es decir, casi imposible. Inglaterra ante Nueva Zelanda y Sudáfrica contra Gales en semifinales dejaron en claro que primero que nada está la defensa. Un sistema de ambos equipos muy aceitado y que es la piedra basal para luego enfocarse en la otra parte de todo deporte: el ataque.


Los packs de forwards de la Rosa y los Springboks se caracterizan por su inmensa rudeza. Difícilmente se los pueda ver mal parados en algún momento y cada player sabe a la perfección su rol dentro del esquema. Inglaterra desde que asumió el australiano Eddie Jones hace cuatro años y Sudáfrica con Rassie Erasmus a partir del 2017 se potenciaron desde el cuidado a su propio ingoal. Ambos tienen sus especialistas en esta faceta del juego: Jonh Mitchell en los europeos y Jacques Nienaber en los africanos.


Equipos tan "previsibles" como estos consideran a las formaciones fijas vitales. Los Springboks son los más eficaces en el line-out, mientras la Rosa es el séptimo del torneo. En el scrum están igualados con un 94% de efectividad, compartiendo el tercer puesto.


En la NBA se suele decir que la defensa es la madre de todas las alegrías. En el cruce previo a esta definición, ambos lo ratificaron. Inglaterra dejando a los poderosos All Blacks sin puntos al entretiempo (algo que no pasaba hacia 7 años justamente ante los ingleses) y Sudáfrica bajando a Gales a solo 16 puntos anotados.


En ese contexto, el sábado seguro habrá mucha acción con las patadas tácticas, aquellas que se utilizan para avanzar en el terreno de juego y que cada vez son más fundamentales ante defensas impenetrables como estas. André Pollard de un lado y George Ford pueden sellar la suerte de sus equipos en esta arista del juego.


¿Y los ataques? Tienen poco espacio, no más que el justo y necesario se podría decir. Ambos DT le brindan un valor relativo. Quizá el sábado se de una sorpresa pero es muy complicado que ocurra, más aún cuando ambos llegaron a este partido de privilegio con la misma receta.


Entre ambos suman cinco finales de mundiales. En esos 360' en total solo marcaron un try y lo hizo Inglaterra en la definición contra Australia en el 2003. En cada mano a mano por el título, los dos se ampararon en su principal virtud. Es lógico y más que entendible. Veremos si en el Yokohama se repite la tendencia.

El consuelo

Por el 3er puesto

Mañana a las 6 horas (por ESPN), en Tokio, cerrarán su participación en el Mundial tanto el actual bicampeón, Nueva Zelanda, como Gales jugando el partido por el tercer puesto. 

Debut para un francés

 La final del sábado del Mundial tendrá por primera vez un árbitro francés dirigiéndola. Se trata de Jérome Garces (foto), de 45 años, quien fue designado para este cruce por el título y en la previa sostuvo que "me siento honrado por ser designado árbitro de la final del Mundial. Es un sueño como referí, pero este es un deporte de equipo, y como somos un equipo de cuatro, estaré con mis asistentes para hacer lo mejor para los protagonistas". Mientras que en el TMO (la revisación por televisión de las jugadas) estará el neozelandés Ben Skeen.