"Es lo mejor que me pudo pasar en mi vida". Así, con apenas 10 palabras, el ecuatoriano Richard Carapaz explicó todo lo que siente luego de haber logrado la segunda medalla de oro olímpica en la historia de su país al imponerse en la prueba de ciclismo en ruta.

"En mi país ahora estarán locos porque para es el segundo oro de su historia. Hemos esperado 24 años. Es especial porque es la primera en este deporte, el ciclismo", explicó el corredor de la poderosa formación Ineos, una de las escuderías líderes del ciclismo mundial.

Carapaz, que iguala el oro que logró su compatriota Jefferson Pérez en los 50 kilómetros marcha de los Juegos de Atlanta 1996, entró solo en la meta tras escaparse del grupo de los favoritos a poco más de 20 kilómetros, aventajando en 1m07 al belga Wout van Aert y al ganador del Tour de Francia, el esloveno Tadej Pogacar, que completaron el podio tras un disputado sprint.

"No tenía un equipo como otros, éramos solamente Johnny (Jonathan Narváez) y yo. Teníamos la confianza, tenemos mucha experiencia de haber corrido en Europa. El puerto final fue el momento más complicado, se empezó a subir muy rápido, hubo ataques, tuvimos que ser pacientes para que se hiciera la selección y esperar el momento bueno", relató.

"Creo que he tenido un muy buen compañero de escapada (el estadounidense Brandon McNulty). Aproveché que él rodaba muy bien en el llano y en el momento en el que hemos visto que teníamos 20 segundos sabíamos que estaban en juego las medallas. Fuimos a fondo en el pequeño repecho y en la bajada. Cuando llegué aquí al circuito seguí y él se quedó", continuó el ciclista de 28 años.

Cuando Carapaz llegó al circuito de Fuji le perseguía un grupo de corredores importantes del pelotón; con Van Aert, Pogacar, Bauke Mollema (que fue 4º), Rigoberto Urán (8º) o Adam Yates (9º).

"Cuando llegaba estaba pendiente de si tenía el tiempo suficiente para poder ganar. Tenía mis dudas porque había mucha gente buena por detrás. Al final tenía buenas piernas y los 30 segundos que tenía los he mantenido. Los últimos seis kilómetros los he hecho a tope porque sabía que podía llegar", explicó el ganador del Giro de Italia en 2019.

Finalmente Carapaz se dio el lujo de entrar en solitario en meta y levantar los brazos como el primer latinoamericano que gana la medalla de oro en ciclismo en ruta.

"Ha sido un momento increíble. Se lo dedico a mi país, hay que creer. He trabajado mucho para llegar aquí, estoy disfrutando, es algo muy grande para mí. Simplemente gracias por el apoyo", concluyó emocionado.

"Había alguien más fuerte que yo. Mi objetivo era llegar al esprint, pero obtener la plata es algo muy especial", reconoció Van Aert.

"Estoy muy feliz por esta carrera. Ganar la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos no puedo ni describirlo", añadió Pogacar.

Directo a la historia

Ecuador sólo contaba hasta ahora con dos medallas olímpicas, ambas ganadas por Pérez, que también se colgó la plateada en Pekín 2008.

Sin duda, el oro de Carapaz es una de las grandes gestas de la historia del deporte ecuatoriano, comparable a las dos medallas de Pérez, al título en Roland Garros de Andrés Gómez (1990) o la Copa Libertadores que ganó Liga de Quito en 2008.

El pedalista originario de Carchi ya había escrito otra página para el deporte ecuatoriano el pasado domingo, cuando acabó tercero en el Tour de Francia, siendo el vigésimo ciclista en hacer podio en las tres grandes vueltas por etapas (primero en el Giro 2019 y segundo en la Vuelta de España 2020).

La carrera

Richard Carapaz se escapó con el estadounidense Brandon McNulty, quien finalmente no pudo aguantar el ritmo.

Pese a encontrarse en inferioridad numérica (sólo compitieron dos ciclistas ecuatorianos) y con Bélgica, Italia, España o Eslovenia como favoritos a las medallas, la carrera se decidió en los últimos 50 km del exigente recorrido olímpico.

En el ascenso al Mikuni Pass (10km de subida al 10,6% de desnivel medio y rampas de hasta el 20%) el ritmo impuesto por los italianos dejó la cabeza de carrera formada por apenas una quincena de corredores, con Carapaz, el colombiano Rigoberto Urán y el argentino Eduardo Sepúlveda -al final abandonó por problemas con su bicicleta y volverá a correr el miércoles en la contrarreloj- como representantes latinos.

A unos 24 km para la meta, instalada en el circuito automovilístico Fuji International Speedway, en el ascenso a la última cota del día, el Kagosaka Pass, atacó el estadounidense Brandon McNulty y se llevó a su rueda a Carapaz, coronando ambos con casi una treintena de segundos de ventaja con respecto al grupo perseguidor.

Pese a que Pogacar y Van Aert lideraron la caza, Carapaz y McNulty se entendieron bien y aumentaron la ventaja a 45 segundos a falta de 15 km para la meta.

Van Aert, que se exhibió en el pasado Tour ganando una etapa de alta montaña, una crono y el esprint final en París, llegó a colocar a los perseguidores a solo 16 segundos cuando aún restaban 10 km para la meta, pero la falta de entendimiento en ese grupo favoreció a los fugados.

En las afueras del circuito, en un falso llano en ascenso, Carapaz dejó a McNulty y el ecuatoriano llegó en solitario para colgarse el oro.

Pese a la diferencia horaria con Japón y a que en Ecuador era madrugada, el ministro de Deportes Sebastián Palacios felicitó rápidamente al pedalista a través de las redes sociales: "¡GRACIAS RICHARD! HISTÓRICO!!!!! ORGULLO ECUATORIANO!!!!", escribió.

El podio final de esta prueba, con tres de los mejores ciclistas del mundo y de los más destacados en el último Tour de Francia, da fe de la dureza del circuito propuesto por los organizadores, con cinco puertos de montaña, entre ellos el icónico Monte Fuji en el ecuador del recorrido, 4.865 metros de desnivel negativo (más que la etapa reina de la última Grande Boucle) y con un clima asfixiante, con más de 32 grados de temperatura y una humedad muy alta.