Cuando el estadounidense Quinn Simmons aceleró su marcha y sacó unos metros al pelotón, rompiendo con las estrategias de los trenes que intentaban llegar formados hasta los metros más próximos a la meta, y el único que persiguió su rueda fue Maximiliano Richeze, entonces retumbó en el Villicum el eco de la algarabía del público que le agradeció con su afecto al Atómico tantos momentos espectaculares, regalados como el de ayer. Al capitán de la Selección argentina no le alcanzó, pues descontó a una decena de metros la media cuadra con la que partió de distancia, pero el joven pedalista estadounidense del Trek Segafredo cambió el paso y estiró la diferencia a una veintena de metros, que le permitieron cruzar la meta sin problemas. Ahí cerca pasó el argentino, y respirando en su nuca arribó el pelotón, encabezado por el irlandés Sam Bennett (BORA-hansgroe) que bonificó unos segundos y se afirmó como líder, ahora en solitario, de la clasificación general. Nicolás Tivani (Team Corratec), y Juan Pablo Dotti (SEP-San Juan), ingresaron en el top-ten, siendo séptimo y décimo, respectivamente.

Evenepoel, como todo el pelotón, sufrió los embates del calor. La ida a Barreal promete ser dura, y al campeón mundial el terreno lo favorece.

Apenas culminó el tren de excursión, saliendo del autódromo Villicum, un quinteto de ansiosos aventureros salió a devorarse los primeros kilómetros: Nahuel Méndez (Municipalidad de Rawson), el campeón argentino y panamericano, Emiliano Contreras (Chimbas Te Quiero), Mauricio Domínguez (Agrupación Virgen de Fátima), y los chilenos José Luis Rodríguez y Manuel Lira. Al salir de Albardón habían sacado 54 segundos y se sumaron otros cuatro pedalistas: Lucas Dundic (Selección argentina), Pedro Gordillo (MRW), Daniel Juárez (AVF) y el colombiano Víctor Ocampo (Medellín).

La carrera cruzó la Capital, Rawson, y cuando iba transitando por Ruta 40, a la altura de calle 8, se produjo el acople entre cinco que perseguían y tres que quedaban de cabeza. De los nueve, quedaron siete, porque se desengancharon el colombiano y el trasandino Lira. Al disputar la meta de montaña, en el Cerrillo Barboza, el hueco abierto con el pelotón había bajado de 5m05s a 4 minutos. La cabeza del pelotón se la repartían los hombres del Quick-Step, el BORA y Movistar.

Hoy se disputará la etapa que va hasta Barreal y se espera que los candidatos jueguen algunas de sus cartas.

Cuando la competencia emprendió el regreso, al pasar por Tupelí, con los representantes de los equipos locales como actores principales, la diferencia se había reducido a 2m37s. Juárez y Contreras, que disputaron mano a mano las dos metas sprinter, que ganó el chaqueño; se pararon y sólo quedaron arriba el "Puma" Rodríguez, Dundic y Méndez, que pedaleaban con 3m27s de ventaja.

Hasta ese momento la película era la misma que la proyectada en las dos etapas anteriores. Así, el pelotón, cuando ingresaron a San Martín, recortó a 1m05s. La aventura culminó antes de ingresar a Angaco. Desde allí hasta Campo Afuera, el italiano Alessando Santaromita (Bardiani) trató de arribar solo, pero el pelotón, parafraseando al "Dibu" Martínez, "se lo comió". No pasó nada más. Y aunque el BORA y el Quick Step se ubicaron en sus vías, Simmons les dinamitó los durmientes e hizo descarrilar sus "trenes".

Postal

Tribuna preferencial.La carrera transitaba su primer tercio, en plena Ruta 40, a la altura de Carpintería, y todos los vecinos salieron a la banquina para verlos pasar y alentarlos. El público aportó su colorido a una nueva etapa de la Vuelta a San Juan.

Una jornada agobiante

El calor no dio respiro

El campeón panamericano, Emiliano Contreras, que protagonizó la fuga, se ducha en un pasaje de la carrera. Los 38 grados se hicieron sentir.

En el autódromo todos quienes tenían alguna misión específica buscaban el reparo de los boxes, o de las distintas estructuras que proyectaran sombra. Incluso, antes de largar las autoridades estaban en fila tratando de guarecerse del sol, bajo el arco inflable.

Por las calles, como ocurre cuando se desarrolla la última etapa en la Avenida de Circunvalación, la gente buscó cobijo debajo de las copas de los árboles, o aprovechaban para refrescarse en alguna acequia y cuando sentían los Altavoces de Tadeo, y las sirenas de las motos de Policía y Gendarmería, recién salían y recorrían los 15 o 20 metros hasta las banquinas para ver de cerca, y sentir el ruido que provoca un pelotón marchando rítmicamente sobre el pavimento.

En los rostros de los ciclistas, al concluir la carrera, era notorio el esfuerzo que significó para sus físicos completar, bajo el impiadoso sol de la siesta, un tramo que en los papeles era considerado de transición porque no presentaba mayores inconvenientes en su topografía, pero que por obra y gracia de la alta temperatura reinante exigió que no descuidaran su hidratación. Es por ello que pudo verse en muchos pasajes de la ruta cómo solicitaban que se los proveyera de agua. Que en varias ocasiones, también servía para lanzar generosos chorros de sus caramañolas a sus piernas, y también en su cabeza para no sufrir ningún principio de insolación.

Así es San Juan en verano. Y si ayer tocó sufrir en el llano, lo de esta tarde, si el rey sol no se apiada del pelotón, con el agregado de la exigencia que propone la montaña, puede que se produzca una ruptura mayúscula y que los 49 hombres que están separados por 16 segundos de Bennett, queden a mayor distancia de quien pueda ser el nuevo líder entre los rodadores

Un líder conforme

El puntero de la general, Sam Bennett, se mostró satisfecho con el tercer puesto obtenido en el parcial que finalizó en el autódromo de Albardón. "El equipo hizo un buen trabajo como hasta ahora y me ayudó a estar en la definición de la carrera. Creo que estábamos por ahí para luchar el triunfo pero no se nos dio esta vez", puntualizó el irlandés, quien agregó respecto al desarrollo de la máxima prueba de Latinoamérica: "Estamos como pretendíamos antes de largar. Mostrando nuestros mejores corredores y arriba en la general conmigo. Hay que estar atentos a todas las etapas, porque hay rivales muy fuertes que buscarán sacarnos la punta", destacó.

Sobre cómo se sentía en este arranque de temporada, añadió que "se va tomando el ritmo deseado, pero es de a poco. Ya vamos a seguir mejorando como equipo y en lo personal".

Hoy corren la cuarta etapa

La montaña entrará en la discusión

Con el viaje hasta Barreal que se iniciará desde el Autódromo de Villicum, la presente edición de la Vuelta puede cambiar rotundamente su libreto. Hasta aquí, los muchachos de la película fueron los velocistas. A partir de hoy ganarán mayor protagonismo los rodadores, y también los escaladores. Es que el retorno de la carrera, tras 28 años, a Calingasta, pondrá a los integrantes del pelotón ante la disyuntiva de que los jefes de filas de cada escuadra comiencen a mostrar sus intenciones. El camino se empina de salida, y tiene como punto de mayor altitud la Gruta a la Virgen de Andacollo (2.219 msnm), para luego "bajar" hasta Pachaco, sortear la Cuesta de los Ratones, y después encarar los 40 kilómetros finales hasta Barreal (1.637 msnm) con un ascenso prolongado, en terrenos donde el viento puede hacer estragos atomizando al pelotón.

Momentos de la carrera
Cambiante. La competencia tuvo dos momentos, el de transición cuando el pelotón dejó hacer la fuga. Y el de acción, momento que se activó en 9 de Julio, cuando salió a neutralizarla.
Por el “templo”. El pelotón se estira en fila india al pasar frente al velódromo “Vicente Chancay” que se inaugurará dentro de dos o tres meses.
Pasión sin fronteras. Álvaro es uno de los tantos chilenos que cruzaron la cordillera de los Andes para ver la carrera. Ayer, con un atractivo disfraz, festejó el paso de los ciclistas.