Regreso. El equipo de Marcelo Gallardo volvió a jugar de local en el Monumental por torneos internacionales.


River resolvió un partido difícil y cosechó su primera alegría en la presente edición de la Copa Libertadores: derrotó 2-0 a Junior de Barranquilla gracias a los goles de Héctor David Martínez y Julián Álvarez y se acomodó en la cima del Grupo D, con cuatro unidades, igual que Fluminense. Mauricio Borja descontó para la visita.

El Millonario, que volvió a jugar en el Monumental por torneos internacionales, se topó con un rival incómodo. La visita, con movilidad y buen pie, progresó con criterio y opuso una interesante resistencia; le disputó mano a mano la tenencia a los conducidos por Gallardo. Aún con las dificultades planteadas por su adversario, River, por jerarquía, generó peligro. A los 17", el árbitro le anuló correctamente un gol a Álvarez porque previamente un remate de De la Cruz había dado en las manos de Palavecino. El propio ex Platense, con un intento de media distancia, le quemó los guantes al arquero Viera. En el medio, la polémica. A los 23, el juez Benítez omitió un evidente penal de Héctor David Martínez a Borja (ver recuadro). Y cinco minutos después fue el ex Defensa quien convirtió el 1-0 para el dueño de casa, con una excursión ofensiva.

En el epílogo, casi amplía el score el local: Robert Rojas, de cabeza, forzó la atajada poco ortodoxa de Viera. La pelota quieta terminó siendo una fortaleza de River.

En el inicio de la segunda etapa, el Millonario volvió a sufrir. A los 5 minutos, el defensor Ditta avanzó casi sin oposición y sacó un remate que dio en el palo. Del rebote, González volvió a intentar y su lanzamiento volvió a llevar riesgo al arco de Armani.

Pero, a diferencia de otros encuentros en los que llega mucho y no puede concretar, River hizo gala de su efectividad. Y, a los 9, selló el 2-0. Palavecino habilitó a Angileri, quien soltó un buscapié que Julián Álvarez anticipó con todo el oficio del número 9.

En ventaja, con espacios, River disfrutó de las transiciones rápidas que ya llevan su sello. Carrascal dibujó un par de acciones lujosas que pudieron derivar en la tercera conquista. Pero, al mismo tiempo, Junior siguió desnudando vulnerabilidades en su rival. Y, en el cuarto minuto de descuento, gritó. A Borja le quedó la pelota tras un pelotazo y con un toque cruzado, no perdonó.

El conjunto millonario había iniciado su camino con una igualdad 1 a 1 ante Fluminense en Río de Janeiro. Y puso en valor ese punto cosechado como visitante con un triunfo en su hogar.

  • La polémica

El árbitro paraguayo, Juan Benítez, quedó en el centro de la polémica por no sancionar un claro penal para Junior, cuando el partido estaba igualado 0-0. Corría el minuto 23 del primer tiempo cuando Miguel Borja recibió un pase en el punto penal, pero antes de definir David Martínez le cometió infracción. El marcador central de la Banda tomó del brazo al delantero de Junior, que automáticamente reclamó el penal. El agarrón fue muy claro y la falta debió sancionarse con expulsión por ser una ocasión manifiesta de gol. Sin embargo, Juan Benítez no lo consideró así y dejó que la jugada siguiera, mientras todo el bando del Junior de Barranquilla explotó de bronca. A juzgar por las repeticiones, la acción es aún más clara. El DT de Junior, José Amaranto Perea, reclamó con furia a los árbitros el no cobro del penal. El moreno tiene pasado en Boca como jugador cuando se coronó campeón de América y el Mundo en 2003.
 

Goleada

Defensa y Justicia derrotó 3 a 0 a Universitario de Perú y se acomodó en el segundo puesto del Grupo A detrás de Palmeiras, quien viene con puntaje perfecto luego de golear por 5 a 0 a Independiente del Valle en Brasil. Walter Bou, en dos ocasiones, y Francisco Pizzini anotaron los tantos.