El serbio Novak Djokovic se coronó ayer campeón de Wimbledon por séptima vez al vencer al australiano Nick Kyrgios por 4-6, 6-3, 6-4, 7-6 (3) y volvió a ganar un torneo de Grand Slam, el número 21 de su carrera, tras hacerlo hace justamente un año en el mismo césped británico.

El ex número uno del mundo y máximo favorito de la edición 2022 se impuso en tres horas exactas de juego en el All England Lawn Tennis & Croquet Club, donde no pierde desde 2017 cuando el checo Tomas Berdych lo despidió en cuartos de final.

Djokovic se consagró campeón en La Catedral del tenis por cuarta vez consecutiva y quedó a un título de igualar al máximo ganador del torneo, el suizo Roger Federer.

El serbio también se colocó a una conquista de empardar el récord de 22 Grand Slam que posee el español Rafael Nadal, retirado este año en semifinales por una lesión abdominal.

La final de este domingo estuvo enmarcada por una curiosa camaradería entre dos rivales que mantuvieron antiguos momentos de tensión en el circuito profesional.

"Este torneo es y será el más especial para mí", dijo "Nole". "Lo primero que pensé cuando recibí mi primera raqueta fue en ganar en el césped de Wimbledon", aseguró el serbio, quien disfrutó en la grama londinense después que Kyrgios dejara en la red el punto decisivo para su título.

Kyrgios, de 27 años, protagonista de su primera final de Grand Slam, celebró haber consumado "el mejor torneo" de su carrera, deseó volver a tener la chance de definir Wimbledon, aunque dudó sobre ello. "Ahora sólo necesito vacaciones", comentó.