Con las competencias continentales por ahora detenidas, Barcelona tiene como gran objetivo inmediato el que ha sido su bastión en las últimas temporadas: la Liga de España. Venía de un tropezón en la última fecha, cuando no pudo conseguir la victoria en la visita contra el Sevilla y le permitió al Real Madrid igualarlo en lo más alto de las posiciones. Ayer, ante el Athletic Bilbao, no podía permitirse otro error. Tuvo que sufrir y recién en el segundo tiempo consiguió la tranquilidad: luego de un toque sutil de Lionel Messi (que no pudo llegar al gol 700 pese a un par de buenas chances), Ivan Rakitic consiguió a menos de 20 minutos del final el 1-0 que le aseguró al menos por una fecha más la permanencia en la punta.

En los primeros minutos se vio por un lado a un Barcelona dominante y con Lionel Messi activo para mostrarse como eje del equipo, aunque del otro lado los vascos demostraron que no habían ido al Camp Nou a ser meros partenaires.

La primera llegada clara del partido, de hecho, fue un centro envenenado que Ter Stegen manoteó cuando se colaba en el segundo palo. Claro que del otro lado había un Messi que cada vez que agarraba la pelota se mostraba con las ideas claras y las ganas frescas de llegar al gol 700. Eso sí: el que primero estuvo cerca de abrir la cuenta para el local fue el uruguayo Luis Suárez cuando desvió un centro raso y después por poco no pudo meterla en el rebote.

A medida que fueron pasando los minutos quedó cada vez más claro que no iba a ser una jornada apacible para el Barcelona. Porque no solo el Athletic se cerró con mucho orden en defensa y una especial atención a Messi, a quien muchas veces lo marcaban entre tres rivales, sino que además consiguió en algunas ocasiones salir rápido en contraataque y generar inquietud en la defensa catalana.

Sin grandes oportunidades de riesgo, el primer tiempo terminó sin goles y con una preocupación creciente en el local, que no podía permitirse un nuevo tropezón después del magro empate en tierras andaluzas.

Ya en el complemento, el reloj empezó a ser el enemigo para un Barcelona cada vez más nervioso. Que encima cuando disponía de oportunidades, como ocurrió con un mano a mano claro de Griezmann, mostraba escasa convicción para aprovecharlas. Hasta que apareció el que suele ponerse el traje de salvador a caballo de su genialidad.

Ya iban 26 minutos cuando Lionel Messi dibujó un toque sutil para habilitar a Iván Rakitic y dejarlo de frente a Unai Simón. Y el croata no perdonó: con un remate violento, anotó el 1-0 que significaba el desahogo para los catalanes.

El choque de esta tarde podría haber sido muy especial para Lionel Messi ya que, en caso de convertir, iba a llegar a los 700 goles en los partidos oficiales con las únicas dos camisetas que defendió a nivel profesional: la del Barcelona y la de la Selección Argentina.

Acarició esa posibilidad con un par de remates que se perdieron muy cerca del arco. Pero el final llegó y no hubo quien moviera el 1-0. Ni siquiera Ansu Fati, que cuando entró por Griezmann le dio otra energía al ataque catalán y que puso un tiro en el palo en tiempo adicionado. El Barcelona y Messi, sin gol 700, se tuvieron que conformar con los tres puntos. No fue poco, considerando cómo se dieron las cosas.

El delantero uruguayo Edinson Cavani quedará libre del PSG francés y según el medio "Sky Sports" podría estar en los futuros planes del Barcelona, en caso que el club catalán no llegue a un acuerdo para contratar a Lautaro Martínez, proveniente del Inter de Italia.

Inglaterra

El delantero del Manchester City, Sergio Agüero, se rompió los meniscos de la pierna izquierda y tras ser operado mañana se perderá seis semanas de actividad: "Estoy de muy buen ánimo para afrontar todo y volver de la mejor manera posible", posteó.