A corazón abierto. Silvio Prieto se emocionó a horas de dejar el fútbol. Además de la felicidad por el ascenso del 2004 y el campeonato del 2018, se lleva el mayor premio: el cariño de la gente.

Es el hijo pródigo de Desamparados. Autor de jornadas memorables que lo llevaron a posicionarse como el máximo último ídolo que quedaba vigente. Silvio Prieto, a corazón abierto, repasó ayer con DIARIO DE CUYO su carrera futbolística a la que pondrá fin mañana cuando el Víbora reciba a Huracán Las Heras por el Federal "A". Ese será su retiro oficial porque el "Mago" tendrá su propio partido de "despedida" el viernes 20 en Puyuta (ver aparte). "El sábado cuando salió la nota me llamaron excompañeros, hinchas, gente de otros clubes y se me corrió un lagrimón. Ahí entendí que el tiempo pasó rápido y es muy lindo sentirse querido, es lo mejor que me llevo junto con los valores que aprendí", abrió.

A sus 36 años Silvio recordó su niñez, cuando vivía a la vuelta del club. Su primo "Quique" había comenzado a jugar en Sportivo y lo entusiasmó. "Mi papá no quería que yo jugara, pero mi mamá me dejó. Tenía 6 años y llegué a mi primer entrenamiento con mi abuela, porque mi mamá trabajaba. Me acuerdo que el técnico (Espinoza) me retó porque yo miraba a la tribuna para que mi abuela no se fuera, era muy tímido". Junto a la categoría 83 comenzó jugando como "wing" izquierdo y con el paso de los años, jugó mucho tiempo de marcador central pero también pasó por todas las posiciones: lateral izquierdo y derecho, volante por ambos lados y hasta mediocampista.

El sentimiento por Sportivo ya comenzaba a formarse y sus sueños también. "Lo veía al "Bocha" Silva y decía "quiero jugar como él". Era mi ejemplo. Tremendo lo que jugaba. Ahí le empecé a tomar más cariño al club y el sentimiento fue creciendo", aseguró. Boca se fijó en él cuando tenía 14 años y se fue a la Capital Federal pero el desarraigo le pasó factura y volvió: "Era demasiado tímido, muy de mi vieja y llegar a la pensión de Boca y ver todo ese mundo es duro".

Su debut en la Primera llegó con 16 años y fue casi un salto desde la Quinta División a la Primera contra Villa Obrera. "Era duro ir a la Villa. Tenía nervios pero me fue bien". Recuerda que fue empate 1-1 y como la dirigencia les pagaba 10 pesos por punto, el "Coneja" Diaz lo obligó a subir a la Secretaría a cobrar su premio. Su primer sueldo, de 300 pesos, se dio en el Argentino B del 2004 que terminó en ascenso con Prieto como una de sus máximas figuras. "Ese plantel para mi fue el mejor que me tocó integrar porque tenía todo: juego, entrega, gol, recambio. Internamente sabía que algo íbamos a conseguir", contó Silvio quien fue el goleador con 16 tantos. Después de eso vino el paso por Primera División en Quilmes y Huracán de Tres Arroyos. "Siempre volví a Sportivo porque es mi casa y siempre lo será", comentó quien vistió las camisetas de San Martín, Guaymallén y Gimnasia de Mendoza, Cipolletti, Unión de Villa Krause, Del Bono y Sportivo 9 de Julio, previo a su retorno definitivo a Puyuta. "Con Sportivo pasé los mejores momentos de mi vida como ese ascenso del 2004 y el título con la Local el año pasado, pero nunca me voy a olvidar del descenso al Argentino B en el 2013. Fue el momento más duro y feo, estuve no sé cuánto tiempo sin dormir", expresó.

Le tocará despedirse con la camiseta del club de sus amores y a Silvio no le bastan las palabras de agradecimiento para los hinchas. "Soy consciente de lo que la gente me quiere y voy a estar agradecido toda mi vida. Soy un privilegiado por todo eso y porque me retiro en el club que amo", cerró Silvio dejando en claro que dejará a Sportivo pero su corazón seguirá siendo de Puyuta.

Su familia, su mayor sostén

Luciana, su compañera de vida hace 11 años, junto al pequeño Ignacio y la futura beba que viene en camino, son el mayor sostén del zurdo futbolista. "Estamos atravesando un lindo momento y ahora tendré más tiempo tanto para brindarle a Nacho como también a la bebé", manifestó. Ignacio, quien juega al fútbol en la escuelita que comanda Mariano "Petinato" Nuñez, a sus 6 años ya da muestras de que heredó el talento del papá.


Autocrítica
 

Su paso trunco por Primera División en Quilmes y Huracán de Tres Arroyos, entró en el análisis de Prieto. "Ahora ya maduro pienso que me apuré, dí un salto muy grande de un Argentino B a Primera y las expectativas eran altas, no me quise quedar y ahora de grande me arrepiento, quizás tendría que haber esperado que me tocara", comentó el Mago.

Sus partidos oficiales

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Son los partidos que jugó en toda su trayectoria en las cuatro categorías de Argentina (Primera División, B Nacional, Federal A y Federal B), marcó en total 68 goles, 46 de los cuales fueron en Sportivo: 30 en los 123 partidos en Argentino A y 16 en el Argentino B.

Dos logros que lo marcaron

El ascenso al Argentino A del 2004 y el Torneo de Invierno del 2018 están en el podio de las alegrías para el Mago: "El ascenso fue lo máximo porque yo tenia 18 años y era un plantel increíble con casi todos jugadores sanjuaninos. Y el campeonato del año pasado también fue especial porque yo sabía que podía ser uno de los últimos logros, además porque fue la primera vez que me hijo me vio campeón y eso para un padre es lo máximo", comentó.

El viernes 20, su despedida

Si bien mañana integrará el banco de suplentes de Desamparados cuando enfrente a Huracán Las Heras en el último partido del año del Federal A y será su retiro oficial como futbolista, Silvio Prieto tendrá su propio partido de despedida una semana después. Será el viernes 20 a las 21,45 horas en Puyuta donde el "Mago" tendrá su propia fiesta preparada por su familia, amigos y con el apoyo de la dirigencia del club. Habrá un partido con planteles que integrarán distintas figuras del fútbol que supieron compartir plantel con Silvio ya sea en Sportivo como así también en otros equipos como Del Bono y Unión. Se prevé que estén figuras de renombre a nivel local quienes jugarán en el último encuentro de Prieto en El Serpentario. ¿La entrada? La intensión es que sea accesible para que todos los hinchas puedan asistir.

De un ídolo para otro ídolo

Desde Tenerife, España, Sergio "Bocha" Silva, tras enterarse de la admiración de Prieto, expresó: "Para mí es muy bonito que Silvio se pueda despedir en Sportivo, yo no tuve esa suerte. Es lo mejor que se llevará el recuerdo de la gente que lo idolatró. Para mí es un honor que se haya fijado en mí porque creo que es ídolo inmenso y se nota en el cariño que los hinchas le brindan. Es el último de los ídolos, tiene todo mi respeto y admiración por haberle dado tanto a Sportivo".