Boca Juniors, en el debut oficial de Julio César Falcioni en la conducción técnica, sufrió anoche una sorpresiva goleada, de local, frente a Godoy Cruz por 4-1, en la primera fecha del torneo Clausura de fútbol.

Boca, que jugó en buen nivel durante la pretemporada, ayer fue un equipo carente de solidez defensiva, con poca presión en el mediocampo, intermitente en la generación de juego e impreciso en la definición. Pero a la vez tuvo enfrente a un Godoy Cruz inteligente, práctico y contundente.

A los 13′ un centro de Villar desde la izquierda encontró una flojísima respuesta de García, y Ramírez, de cabeza, estableció el 1 a 0.

Antes, Boca, a los 7m., tuvo su primera chance de gol en un tiro de Calvo que fue resuelto por Torrico.

Pero un rato más tarde, a los 22′, otra falla de García le daba el segundo gol a Ramírez, pero el árbitro Néstor Pitana -a instancias del juez de línea- anuló correctamente la conquista.

Eso pareció motivar a Boca, que tuvo muchas chances de gol, pero que siempre chocó con el estupendo Torrico y también con sus propias carencias en la definición.

A los 24m., lo tuvo Erviti, debutó con una discreta labor; a los 28m. Riquelme; y a los 35m. Battaglia. Pero Torrico y la mala puntería privaron al equipo de Falcioni del empate.

Más allá de la generación de situaciones, Boca jugó un muy mal partido en todas sus líneas.

Los regresos de Riquelme y Battaglia (no jugaron en el verano) y los debut de Somoza y Erviti no le dieron un salto de calidad. Sólo Mouche, el jugador más desequilibrante, respondió al gusto de los hinchas locales.

Pero todo lo que malogró Boca en la ofensiva, se lo facturó Godoy Cruz. Un Sánchez brillante, Villar y Torres, dos volantes por afuera con mucho criterio, y un Ramírez inspirado golearon una y otra vez a un rival desconcertado.

Entonces el 2 a 0 con otra precisa definición de "Tito" Ramírez, a los 38m., no resultó sorpresivo.

Sin embargo, Boca tuvo dos oportunidades más, esta vez para descontar, pero primero el palo derecho le privó el grito a Riquelme (41m.) y después Torrico hizo lo propio con Mouche (45m.). El segundo tiempo fue otra favorable para el equipo mendocino: a los 6m., Torres puso el 3-0.

Inmediatamente, 60 segundos más tarde, descontó Erviti, pero la historia estaba sellada.

Boca preso de sus nervios e impotente por su falta de ideas casi no inquietó a Torrico. De hecho fue mejor lo que hizo en los 45 minutos iniciales. Godoy Cruz jugó con la tranquilidad del resultado, pero a la vez con la seguridad de haber hecho las cosas muy bien.

Entonces, Carlos Sánchez, ya en el descuento, convirtió su gol y selló el definitivo 4-1. Una cifra que marcó la diferencia entre uno y otro. Muy malo lo de Boca y muy bueno lo de Godoy Cruz.