Un lujo. La delegación de deportistas argentinos se lucieron desfilando ayer en la ceremonia de apertura que contó con un estadio colmado.

Medallistas olímpicos y atletas sin vitrinas; con palos, pelota o arco y flecha; seguidos por un público masivo, o por un puñado. Todos se dieron cita en Lima, que desde esta semana se convirtió en la capital del deporte panamericano como sede de la competencia más grande del continente, precisó el sitio de Infobae. La cuenta regresiva que evocará desde el primero de los Juegos Panamericanos en Buenos Aires en 1951 hasta la XVIII edición en la capital peruana llegó a cero cuando comenzó la ceremonia inaugural. La fiesta, colmada por unas 50 mil personas, dio inicio formal a la competencia que se desarrollará hasta el 11 de agosto, con 21 deportes que otorgan cupos a los Juegos Olímpicos de Tokio-2020.

Atletismo, fútbol, natación, boxeo y el resto de las 61 disciplinas de estos Juegos Panamericanos estuvieron representadas anoche por artistas y bailarines en el campo de juego, entre otras coreografías que recorrieron las tradiciones del país y sus expresiones contemporáneas.

Esa fusión demandó al director creativo Francisco Negrín viajar por más de un año por los rincones del país. "Es una gran responsabilidad contar el Perú no sólo al mundo, sino a los propios peruanos", dijo Negrín, quien formó para el diseño de las cuatro ceremonias (incluyendo las de los Juegos Parapanamericanos) un equipo con historiadores, coreógrafos, músicos y otros. Detrás del espectáculo estuvo la productora italiana Balich Worldwide Shows, responsable de numerosos eventos similares, como en Río de Janeiro-2016 o Turín-2006. La escala no es despreciable: se esperaba que la ceremonia inaugural de la tercera competencia multideportiva más grande del mundo tuviese unos 400 millones de telespectadores.

Unos 1.700 artistas en escena protagonizaron un "diálogo" entre las civilizaciones prehispánicas y el presente, en una representación presidida por la escenografía de los picos del Nevado de Pariacaca, ubicado en los Andes Centrales.

Una ofrenda a la Pacha Mama observada por mochileros que se toman selfis; alusiones a la reconocida gastronomía y tejidos locales, así como a la costa, la sierra y la selva, se mezclaron en el acto de apertura en el que sonó tanto la melodía de "El cóndor pasa" como "Despacito", de Luis Fonsi. A la cita nadie quiso faltar, asistió desde el presidente peruano Martín Vizcarra, hasta el presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, quien visitó la Villa Panamericana en la mañana del viernes.


Por la medalla
 

Giselle Soler y Juan Sánchez obtuvieron los mejores puntajes en el programa corto de la modalidad libre de patín artístico, y hoy buscarán una medalla. "Competir es más difícil que en el Panamericano pasado, porque uno viene a defender el título y eso es más difícil que ganarlo por primera vez", confesó Soler.

Pereyra-Gallay, a cuartos de final

El seleccionado femenino de vóley de playa, integrado por Ana Gallay y la sanjuanina Fernanda Pereyra, superó a la dupla canadiense por 2 a 1 y también se clasificó a los cuartos de final de los Panamericanos. Gallay y Pereyra, que habían debutado con victorias en dos sets ante Guatemala y Nicaragua, vencieron a Canadá en tres parciales (21-13, 20-22 y 15-11) y quedaron primeras en el Grupo D de los Juegos. La entrerriana Gallay, dos veces olímpica y medalla de oro en los Panamericanos de Toronto 2015, y la sanjuanina Fernanda Pereyra (debutante en los Juegos), intentarán defender el primer lugar del podio en Lima. La dupla integrada Julián Azaad y Nicolás Capogrosso consiguió un gran triunfo sobre los Estados Unidos por 2-1 (19-21, 21-10 y 15-12) y se clasificó a los cuartos de final de vóley de playa masculino. Venían de ganarle a Trinidad y Tobago y a El Salvador (ambos por 2-0) en las primeras dos fechas.