Tal vez por la carga mística que tiene, sólo nombrarla despierta devoción en mucha gente. Posiblemente porque todas las semanas es visita obligada en los entrenamientos más largos que tienen los integrantes del pelotón. La Doble Difunta Correa encarna en su espíritu una carrera que todos quieren sumar a su palmares.

La Doble Difunta Correa nació por casualidad. En 1947 como el camino a Calingasta estaba intransitable por una creciente se decidió mandar al pelotón hacía el punto cardinal opuesto. Se apuntó hacía el Este y se eligió el primer viaje al santuario ubicado en Vallecito. Salvador Ortega fue el primer ganador. Era época de bicicletas de hierro y caminos de ripio.

Y si hoy transitar su trayecto supone un gran esfuerzo para los ciclistas, no hace falta ser muy leído para suponer que aquello más que una carrera fue una aventura.

Como el año pasado la Doble Difunta Correa tendrá punto de partida y llegada en el Departamento 9 de Julio. Como la comuna de aquel lugar es quien aporta los mayores ingresos en materia de sponsoreo, los dirigentes del Cicles Club Alvear determinaron que la prueba culmine con un circuito, de 15 km, que se recorrerá tres veces por sus arterias principales.

A la confirmación de presencia de todos los equipos sanjuaninos se agregarán los que llegan desde otros puntos del país. Algunos de ellos, como el Jamis Sutter Home integrado por los hermanos Borrajo que se está preparando para viajar hasta Chile y correr la Vuelta de aquel país (va del 5 al 13 de enero), también estarían algunos equipos mendocinos.

“Pienso que tendremos mas de 120 corredores”, contó anoche, al cierre de esta edición, Milton Aguilar, presidente de la entidad organizadora, cuando se llevaban registrados 73 corredores y estaban en lista de espera varios. “Además, faltan los mendocinos”, agregó.

La Doble Difunta Correa tiene todo lo que una carrera de ruta merece tener. Tramos llanos donde se transita a gran velocidad. Segmentos de falso plano que sirven para que los más fuertes intenten seleccionar el pelotón de punta. Lomadas pronunciadas, en el tramo de la ruta 141 que va del Control Forestal hasta la estación Guayama, en las que las piernas empiezan a endurecerse cuando el ritmo es intenso. Un ascenso tremendo, como el de la Cuesta de las Vacas y un descenso vertiginoso tanto de ida, como de vuelta desde el punto de mayor altitud que tiene la prueba.

Por su dureza suele ser una carrera que no se define en embalaje masivo, razón por la cual nadie pude darse el lujo, siquiera de pestañear, porque cualquier duda puede dejarlo afuera de la conversación.

La carrera se largará a las 16,30 y como es el mismo circuito del año pasado (159,5 km) que Franco López cubrió en 3h22m45s, se supone que salvo algún imponderable climatológico no durará más de tres horas y media.

El pocitano Roberto Bernard y el riojano Raúl del Rosario Ruarte son quienes más veces la ganaron. Cada uno en cuatro ocasiones (ver historial). Algunos grandes del pedal sanjuanino no pudieron ganarla nunca.