La combinación Kevin Durant y Stephen Curry (foto) lideró el ataque de los Golden State Warriors para remontar una desventaja de 15 tantos y vencer a domicilio por 92-101 a Houston Rockets, en el decisivo séptimo partido de las finales de la Conferencia Oeste. La victoria permitió a los Warriors ganar 4-3 la serie y ahora jugar por cuarta vez consecutiva las finales de la NBA contra los Cleveland Cavaliers, que ganaron en la Conferencia Este. Nunca antes dos mismos equipos afrontaron cuatro finales seguidas.