Santiago Arias nació con la pelota en sus pies. Y allá, muy lejos en el tiempo, desde que comenzaba a gritar sus primeros goles con la camiseta de Desamparados, ya tenía muy en claro su sueño de ser un futbolista profesional. Hoy, varios años después, está más cerca que nunca. Tiene 18 años recién cumplidos y no se achicó en su debut en la Reserva del Cervecero: jugó como titular y hasta marcó un gol. Debut soñado.

“Tengo los pies sobre la tierra, disfruto el día a día pero sigo trabajando por aquel sueño que me puse desde siempre”, expresa Santi desde la pensión del conjunto cervecero. Quilmes lo recibió a comienzos del 2024. El delantero que comenzó en la Escuelita de fútbol de Sportivo Desamparados con apenas 3 años, tuvo en San Juan su segundo hogar en Atlético Alianza. El Lechuzo que lo recibió en dos ciclos -cuando Santi tenía 12 años y cuando regresó con 14 post pandemia- fue donde el pibe debutó en Primera con apenas 15 años. Javier Paratore su técnico en Cuarta y Ernesto Fullana en la Primera del Lechuzo, fueron quienes lo llevaron a cumplir su primer sueño como futbolista.

Pero la carrera del pibe no se detuvo. Fue a Quilmes por una prueba y convenció a su técnico en la primera práctica. A los días ya estaba armando los bolsos para radicarse en la pensión del Cervecero y despegarse por primera vez de su familia en San Juan. “Fue duro, era la primera vez que me tocaba irme solo lejos de mi familia pero todo se hizo más fácil con mis compañeros, el cuerpo técnico y toda la gente que trabaja en la pensión, desde los cocineros hasta la gente de limpieza. Quilmes es una gran familia donde todo se te hace más fácil”, comenta el delantero.

La vida, como todo pibe que vive en una pensión, le cambió para siempre pero lo llenó de experiencias. Su rutina diaria arranca a las 7 de la mañana y a las 10 de la noche ya el cuerpo le pide descanso, por eso muy rara vez se duerme pasada esa hora. “Me levanto 7 de la mañana, desayunamos y voy al gimnasio. Después viene el entrenamiento grupal que son 3 horas por día. Después viene el almuerzo y en la siesta me buscan mis representantes para llevarme a un segundo turno de entrenamientos que hacemos particulares”, comentó sobre el estímulo externo que realiza con trabajos de gimnasio, fuerza de potencia y trote.

Regresa a la pensión por la tarde para la merienda a las 18 y luego queda cenar, temprano, a las 20. Por eso, el cansancio y las actividades durante todo el día le pasan factura y sobre las 22 el sanjuanino ya está durmiendo. “Es un sacrificio pero un sacrificio lindo. Estoy muy comprometido con este sueño que arrancó siendo muy chiquito”, cuenta el espigado delantero”, expresa el pibe.

Su disciplina y constancia lo llevarán a cumplir su sueño. Quilmes fue el equipo que lo eligió y Santi sabe que es una oportunidad que tiene que aprovechar. Ricardo Vendaki, el técnico que lo fichó en aquella prueba, es actualmente el técnico de la Reserva. Sin dudas la confianza de él fue clave en ese debut hace unas semanas. Ya venía entrenando hace un mes con la Reserva y ese día contra Tristán le llegó la citación. La emoción del pibe llegó a San Juan vía telefónica. Su mamá Mariana no lo dudó, sacó su pasaje aéreo para llegar de sorpresa y darle esa enorme motivación al futbolista en la tribuna. Y Santi no falló, su debut fue más que soñado con gol incluido. “Quilmes es mi segundo hogar, sabía que tenía que aprovechar la chance. Este club es como mi familia”, comentó.

El sueño que alimenta Santi es claro: debutar en Primera. Para eso trabaja en el día a día pero prefiere mantener los pies en la tierra. “No quiero imaginarme lo que sería eso, debe ser lo máximo pero prefiero vivir el día a día. Ojalá se me cumpla”, comentó.

Agradecido con su pilar eterno, su mamá Mariana, Santi dice que nada sería posible sin el respaldo a la distancia de sus hermanas Alma y Trini, pero también de sus abuelos y sus tíos. En Buenos Aires cuenta con el apoyo y la contención que le brindan fuera del club sus representantes Mario Lupiano, Juan Plastino y Matías Naum.

Por lo pronto el sanjuanino, que ya colaboró para la consagración de Quilmes en Reserva, aportó sus goles para gritar campeón en la Quinta División y ahora se encuentra a la espera de su rival en la Superfinal que será con Atlético Rafaela o Juventud Unida de San Luis. Mientras tanto, continuará trabajando por su sueño.