Que bajó 18 kg de peso. Que irá a un psicólogo porque teme estar en su casa y se paraliza cuando ve a un policía. Que fue víctima de una ‘gran injusticia’. Que le arruinaron la vida por el ‘temor y el odio’ de la secretaria del Juzgado Federal Paula Carena de Yannello. Libre después de tres meses de encierro, el secretario general de la región cuyo de los empleados judiciales, Rogelio Videla Hadad (46), principal sospechoso en el escandaloso robo en el edificio de los juzgados federales de más de 10 kg de drogas y al menos 20.000 pesos secuestrados al narcotráfico, habló con DIARIO DE CUYO.

-¿Por qué lo metieron preso? Hasta lo que trascendió fue por el desorden con restos de droga en su despacho y porque hallaron algo de cocaína en su casa.

-La droga en el despacho es una cuestión lógica, por el movimiento del trabajo diario que teníamos y porque el trámite de una indagatoria implica abrir los paquetes y exhibir el secuestro previa lectura del acta. Además, en la Secretaría había un gran desorden con expedientes y secuestros: todavía hay una gran planta de marihuana ya sin hojas y eso no es responsabilidad mía.

¿Y qué dice de la droga en su casa?

-En mi casa no hallaron droga. Le explico: esa vez tenía apuro por irme porque debía ir a un congreso en Mar del Plata y cuando subo la escalera con un secuestro de una causa, veo ese puntito azul en el papel, que atrás tenía pegado otro papel y una bolsa con restos de cocaína y me lo meto al bolsillo del saco para preguntar si era de alguna causa de un compañero. Pero me olvidé, porque en el camino me detuvieron un empleado de la DGI y otros dos abogados para preguntarme por causas en trámite.

-¿Por qué no lo regresó al Juzgado?

-Cuando volví de Mar del Plata estaba eufórico porque conseguí la promesa de un barrio para los judiciales o la efectivización de contratados y también me olvidé. Recién me acordé cuando allanaron mi casa y mi mamá les dijo a los policías que no lo tocaran porque era veneno para ratas o plantas, lo que le dije yo cuando le pedí que me lo guarde.

-¿Qué otra evidencia hay en su contra?

-Un supuesto mensaje de texto en el que un interno del Penal le avisa a un policía federal que el que se llevaba la droga del Juzgado era un tal Rogelio y se la daba a un abogado para que se la pase a Pedro Guiñez. Pero no me explico por qué con eso nos metieron presos a Guiñez y a mí, y no al abogado…

-¿Cómo robaron la droga y el dinero?

-Me consta que algunos elementos fueron hurtados, no robados, porque no hubo violencia de ninguna naturaleza ni en el depósito ni en la caja fuerte.

-¿Por qué dice que le consta?

-Porque me exhibieron el resultado de la investigación cuando me indagaron.

-¿La caja fuerte siempre estaba con llave?

-Siempre. Y los únicos que tienen llaves son la secretaria y el juez (Leopoldo Rago Gallo). Incluso la secretaria nunca mandaba a una persona, siempre íbamos dos empleados. Cuando se olvidaba mandaba generalmente al chofer del juez a traerla y si ella viajaba la caja no se abría.

-¿Y no le pedían la llave al juez?

-No, la verdad que no.

-¿Tiene una teoría de cómo se llevaron la droga y el dinero que falta?

-Primero, todas las sustancias que se perdieron eran de causas para elevar a juicio, es decir que el faltante iba a ser descubierto sí o sí y yo tendría que estar mal de la cabeza para sustraer algo y quedar en evidencia en el acto. Quien lo hizo o desconocía esa situación o tuvo la intencionalidad manifiesta de hacer un daño grave.

-¿A quién?

-Sin duda que a la Secretaría (penal Nº5) en sí, porque hasta mi detención a cada instructor se le había perdido algo.

-Insisto, si no fue usted, ¿quién pudo llevarse la droga y el dinero?

-No lo sé, pero sin duda fue alguien que dispuso de tiempo y tranquilidad. Tiempo para abrir las cajas y revisarlas, y tranquilidad para que nadie lo molestara. Seguro que no fue en horario de trabajo.

-¿Y no sospecha de nadie?

-No, no puedo incurrir en el mismo error, pero cuando todo esto comenzó yo mismo le sugerí a la secretaria de que nos allanaran la casa a todos los empleados para sacarnos el karma de la sospecha, pero sólo fueron a la mía.

-¿Por qué cree que sólo a usted?

-Yo gremialmente era una incomodidad constante por los reclamos que efectuaba a la secretaria. Por ejemplo, nos obligaba a ir a trabajar a la tarde cuando existe una acordaba del máximo tribunal del país que lo prohibe, salvo expreso pedido del juez y autorización de ese tribunal y por un plazo no mayor a 15 días. Las ART fuera de horario no te cubren si te pasa algo, pero si no ibas te amenazaba con un sumario administrativo. Yo tenía una disputa de vieja data con ella.

-¿Por eso denunció a la secretaria?

-La denuncié porque cuando estaba incomunicado me topó en el pasillo y me dijo que iba a hacer m…, que se las iba a pagar y tengo testigos de esas amenazas. Pero también la denuncié para que se investigue su responsabilidad, la custodia del dinero y la droga secuestrada es de ella, ella maneja las llaves del depósito y la caja fuerte.

-¿Lo conoce a Guiñez?

-Ni siquiera lo ubico, nunca en mi vida tuve el más mínimo contacto con él.

¿Cómo fue estar tres meses preso?

-Una experiencia muy angustiante. Perdí 18 kilos y el sueño. Ahora veo un patrullero y me paralizo, sufro una regresión al momento de mi detención porque me trataron como al peor de los criminales. Voy a ir a un psicólogo, es fundamental, si me siento inseguro hasta en mi propia casa.

-¿Cómo se siente ahora?

-Siento que me arruinaron la vida, me siento víctima de un gran acto de injusticia y todo por el temor y el odio infundado de la secretaria. Nunca se realizó una investigación seria.

-¿Buscará una reparación?

-Es prematuro hablar de eso pero hay cosas que el dinero no paga.

-¿Odia al juez y a su secretaria?

-No, ni siquiera les guardo rencor pero actuaron contrario a derecho, de una manera que ofende a la Justicia. En mis 12 años como empleado judicial nunca tuve un problema.

-¿Sigue siendo empleado y secretario de la región cuyo de los judiciales?

-No perdí mi función gremial. Como empleado estoy suspendido desde el 16 de diciembre, sin goce de haberes.

-¿Tiene problemas con las drogas, es adicto?

-No, en absoluto, me hicieron una rinoscopía y dio negativo. Si tengo alergia al polvillo de la marihuana, se me cierra el pecho…

-¿Por qué dice que le arruinaron la vida?

-Porque el descrédito es fuerte, va a ser muy difícil recomponerse de eso, en la gente siempre queda la duda. ¿Quién va a creer en mí ahora? ¿Cuando quiera hacer el barrio? Van a pensar que me voy a quedar con la plata y vaya a saber qué más, eso es muy doloroso.