El próximo 2 de noviembre, Jorge Atilio Quinteros empezará a ser juzgado en la Sala I de la Cámara Penal por el resonante crimen del excampeón sudamericano de patín carrera, Antonio González, y por el intento homicida contra su hijo Emanuel González, dijeron fuentes judiciales. Así, el último sospechoso de ese resonante caso, comenzará a transitar la recta final de un proceso que lo tiene en la mira desde el 1 de julio de 2011: la sospecha es que esa noche, llegó con su sobrino Roque Ramón Escudero (36) hasta las oficinas de Capital del también empresario, González, como parte de un plan homicida para ajustar cuentas por una supuesta deuda de dinero. El resultado pudo ser doblemente trágico, pues el hijo de González se resistió, y por poco no se convirtió en la segunda víctima letal de los disparos de Escudero. Esa noche, en la oficinas de Libertador al 676 Oeste (casi España), González fue asesinado de un tiro en la frente por "Ramoncito" Escudero, quien el 30 de junio de 2014 fue condenado a reclusión perpetua, ya que un tribunal de la Sala I de la Cámara Penal consideró que cometió un homicidio agravado por el número de personas y por cometer ese delito con una pistola 9mm. El tribunal también consideró que cometió un intento de homicidio simple contra el hijo de la víctima.

Otro condenado en aquella jornada fue Jorge Rubén Rezinoviski, quien recibió 5 años de cárcel (ya está libre) por encubrimiento agravado y tenencia ilegal de un arma de fuego.

El único que no fue juzgado fue Quinteros, porque luego del crimen desapareció y recién pudo ser recapturado en La Rioja, en abril de 2018.

La teoría más fuerte de los pesquisas es que, esa vez, Quinteros llegó con su sobrino "Ramoncito" hasta las oficinas de González a bordo de un Ford Escort que les facilitó Rezinoviski (era de su padre), quien luego se encargó de esconder el vehículo.

¿Por qué el crimen?

La hipótesis policial, compartida ampliamente por la familia de la víctima, es que detrás de todo estuvo el exdiputado provincial por Desarrollo y Justicia, Héctor "Willy" Tejada, quien se dedicaba a prestar dinero. La sospecha es que, por entonces, González le debía unos $160.000 a Tejada y éste lo presionaba para recuperar ese dinero. De hecho, hubo una demanda por esa plata y hasta se habló de una pelea entre ambos, con exlegislador como perdedor.

A Tejada se lo relacionó pronto con Rezinoviski (mencionado también como prestamista) y a éste último con Quinteros, señalado como supuesto apretador de aquellos deudores rebeldes, según fuentes policiales.

Aquella vez, Tejada prestó una declaración informativa (como sospechoso, con abogado defensor), pero al día de la fecha ya se encuentra totalmente desligado del caso, informaron fuentes judiciales.

Serán los jueces Miguel Dávila Safe y los subrogantes Benedicto Correa y Matías Parrón (Sala I, Cámara Penal) quienes resuelvan el futuro de Quinteros. La acusación estará representada por la fiscal Marcela Torres. Quinteros será defendido por Gustavo De la Fuente y Juan Manuel Vargas.

Como en el anterior juicio, en esta ocasión no habrá parte querellante. Según voceros judiciales, problemas económicos que le impiden pagar un abogado particular, aparecen como las razones por las cuales el hijo de la víctima renunció a ejercer sus derechos durante el proceso.