El crimen de Gastón Lima (24) finalmente cerró con una condena de 3 años de prisión efectiva para su rival Matías David Iñón (21), por el delito de homicidio preterintencional, porque se suponía que, al arrojarle una piedra, sólo quería causarle un daño pero no la muerte aquella madrugada del 27 de marzo pasado en la calle Agustín Gómez, unas cuadras al Oeste del cruce con la Ruta 40, en Pocito. Lima murió días después, el 9 de abril, por las lesiones en su cabeza.

La investigación se había iniciado con la hipótesis de un homicidio triplemente agravado, pero cuando las averiguaciones culminaron, el pasado 30 de noviembre, el hecho fue calificado como un homicidio simple. Y ayer, el fiscal coordinador de la UFI de Delitos Especiales, Adrián Riveros, y el ayudante fiscal Nicolás Schiattino cerraron un acuerdo de juicio abreviado con Iñón y su defensor Daniel Turón por una forma atenuada de homicidio (el preterintencional). La jueza Celia Maldonado homologó ese acuerdo, al que no se opuso el abogado de la familia de la víctima, Juan Fonzalida.

Según la acusación, aquella vez Lima y su amigo Maximiliano Quiroga pelearon con Iñón y Martín Nuñez, en el interior de la Villa Huarpe, en Pocito. Al cabo del primer cruce, Lima dejó su moto (no le arrancó) y se fue con Quiroga, para luego volver (algunos testigos dijeron que efectuaron disparos) y escapar, esta vez perseguidos hasta ser interceptados. Entonces Iñón arrojó una piedra e hirió a Lima, sentenciándolo. Quiroga fue golpeado por Iñón y al menos uno de sus amigos, Kevin Torres (ya le dieron probation) pero pudo escapar. En el lugar del enfrentamiento, quedó un arma de fuego.

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Matías Iñón confesó en un juicio abreviado que arrojó la piedra que causó la muerte a su rival Gastón Lima. Y ayer recibió 3 años de prisión efectiva.
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