Patadas en las puertas, al menos 4 tiros y la repetida advertencia de que se trataba de la Policía, fueron la puesta en escena de un grupo de delincuentes (al menos 6, entre ellos dos exconvictos) para abrirse paso en una casa del callejón Jáchal, entre Angualasto y San Juan, Santa Lucía. El simulacro, a la 1.30 de ayer, incluyó hasta uno de los ladrones con una gorra y un pullover como los que usan en la Fuerza para hacerse más creíbles, pero el morador de la vivienda, el músico Ricardo Chávez (30) dudó, tomó una especie de machete y alcanzó a lastimar a uno de los ladrones. Su resistencia no duró mucho, pues enseguida fue atacado a golpes y reducido por esos delincuentes que portaban tres armas y parecían dispuestos a todo. Fue ese alto nivel de agresividad y el número lo que hizo a Chávez desistir y optar por darles los $38.000 que tenía de la recaudación de un negocio familiar, y dejar que se llevaran lo que quisieran, cinco guitarras (tres criollas y dos eléctricas), un saxo, un órgano, un televisor de 32 pulgadas y dos monos Tití, valuados en 12.000 pesos cada uno, dijeron fuentes policiales.

Al final huyeron en dos autos: en un Fiat 1600 se fueron tres con un revólver calibre 22, otro 38, un pistolón y el dinero. Y el resto de la banda en el Chevrolet Corsa de la víctima, con los instrumentos musicales, el televisor y los monos.

Todo parecía salir redondo, hasta que se toparon con una patrulla de la seccional 29na que dirige el comisario Ricardo Ríos, y las cosas se complicaron.

Según la Policía, los ladrones se dividieron y el cabo Garramuño y el agente Villarreal siguieron al auto que se les vino encima y los tiroteó, el Fiat 1600. En ese auto chocaron contra otro vehículo en el barrio Frondizzi, Capital, y allí terminaron presos Marcelo Soria, José Conturso, Pablo Tello. El Corsa fue abandonado con el resto del botín en otro lugar. El caso será resuelto en Flagrancia.