El hombre acusado de dejar al estudiante Agustín Cataldo (18) al borde de la muerte después de darle una trompada en el rostro a la salida de un boliche de Jáchal, la madrugada del domingo pasado, negó esa situación. Según Oscar Torres, el abogado defensor de Mauricio Guevara (34), el joven estudiante estaba ebrio y las lesiones que sufrió ocurrieron cuando intentaba golpear a su cliente, perdió el equilibrio y cayó de nuca al piso.

Según la información que recabó Torres, Cataldo salió sobre las 5.30 del boliche "La Roca" pasado de copas y cuando regresaba caminando a su casa por la Ruta 456 al Sur metros después del puente del río Jáchal, empezó a tirarle patadas a los autos que circulaban por la calle.

Torres precisó al menos tres conductores, entre ellos Guevara, bajaron para pedirle explicaciones y fue ahí cuando Cataldo quiso increpar a su defendido. Según el abogado, el joven le tiró una trompada a Guevara, que levantó un brazo para defenderse y en esa maniobra, por su estado de ebriedad, cayó pesadamente de espaldas al suelo, explicó. Desde ese día, Cataldo no despierta.

Esta versión se contrapone con la de los parientes de Cataldo, pues aseguran que Guevara se bajó de su Renault 19 y sin ningún motivo le pegó una trompada en la cara. También dijeron que creen que el hombre se confundió y que quizás quería pegarle a otro sujeto. "Agustín nunca se puso en guardia o intentó salir corriendo cuando se paró el auto a su lado. No se entiende por qué le pegó así", había expresado un tío.

Ahora será el juez el que tendrá que recabar testimonios y pruebas para tratar de determinar cómo ocurrieron los hechos y cuál de las dos versiones se aproxima más a la verdad.

Mientras, Cataldo anoche continuaba internado en Terapia Intensiva en el Hospital Privado. Tiene una fractura en el cráneo, un derrame en la cabeza y aún no recupera el conocimiento. Su estado es delicado, indicaron sus familiares.